Beppu, el “infierno” de las aguas termales

Beppu, el “infierno” de las aguas termales

Escondida en el interior de un valle, la ciudad de Beppu es conocida por sus “siete infiernos”, uno de los destinos de aguas termales más populares de Japón, que ofrece a los visitantes el secreto de la longevidad nipona.
Kilométricas columnas de humo y un sutil olor a azufre reciben a los turistas que se acercan hasta esta localidad ubicada en la isla de Kyushu (suroeste), a cuya prefectura acuden cada año más de un millón de visitantes extranjeros, según datos publicados en 2017 por la Agencia de Turismo nipona.

Un concepto especial del baño. Sin embargo, su ubicación, alejada de las principales rutas turísticas del país asiático, hacen que Beppu siga siendo un destino secreto para muchos forasteros quienes, en algunas ocasiones, tampoco se atreven a darse un chapuzón en los “onsen” -aguas termales japonesas-.

Esto se debe a que el concepto del baño difiere en gran medida entre Occidente y Japón. Mientras que en el primero se concibe como un acto privado, en el segundo se trata de un momento para socializar y profundizar en las relaciones familiares y de amistad.

El ritual del “onsen” en este país se realiza completamente desnudo e incluye una ducha inicial en un espacio compartido, seguida del paso por una o varias piscinas termales -en el interior o exterior-, donde no existe separación por edad o grupo social, únicamente por sexo.

Beppu busca superar ahora esos prejuicios compartiendo con el mundo sus ancestrales aguas termales y los innumerables beneficios para la salud que reportan, así como implementando una etiqueta del “onsen” más flexible y diseñando nuevos usos, como son los tratamientos de belleza o la gastronomía.

“Creo que el termalismo no se ha explotado lo suficiente y es un recurso muy relevante para muchos países”, explica durante una cumbre en Beppu la española Yolanda Perdomo, experta en el sector y exdirectora de miembros afiliados de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Comerse un “onsen tamago” (huevo cocido en aguas termales) o disfrutar de leche fresca de sabores, son algunos de los placeres que van asociados a esta práctica nipona, aunque para muchos, lo que realmente importa es relajarse en las aguas calientes, cuyas temperaturas oscilan entre los 39 y los 42 ºC.

Hasta los macacos japoneses, conocidos como “monos de nieve”, son conscientes de los beneficios asociados al “onsen” y disfrutan de largos baños para adaptarse al invierno y liberar estrés, según reveló un estudio reciente.

Turismo de relajación y salud

Beppu cuenta con más de 2900 pozos de aguas termales, más de un 10 % del total que existen en Japón, según datos del Ministerio de Medio Ambiente nipón, que cifra en más de 130 000 las toneladas de agua que expulsan a diario estas piscinas. Esto convierte a esta localidad japonesa en la segunda -sólo por detrás del Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos)- con mayor cantidad de aguas termales del mundo. Sin embargo, Beppu no fue siempre considerado como el paraíso natural de la relajación que es ahora y sufrió durante décadas el desinterés por parte de los turistas locales. Por ese motivo no es raro encontrar otro tipo de negocios distribuidos por la ciudad: los “love hotel” y los “pachinko” -un tipo de juego de casino que es legal en Japón-, son empresas todavía relevantes para la economía local.

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