GUATEMALA (EFE).- El presidente electo de Guatemala, Oscar Berger, inició acercamientos con los principales partidos de oposición representados en el Parlamento en busca de un acuerdo que le permita gobernar durante los próximos cuatro años.

Debido a que ninguno de los partidos que participaron en las elecciones generales obtuvo mayoría en el Congreso Legislativo, Berger está obligado a buscar consensos con la oposición para gobernar con comodidad, según coincidieron los analistas locales.

Berger fue electo el domingo pasado en la segunda vuelta de los comicios al derrotar a Alvaro Colom, de la centro-izquierdista Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que habían sido los más votados en los comicios generales del 9 de noviembre pasado.

Desde la semana pasada, los diputados electos de la derechista Gran Alianza Nacional (GANA), que llevó a Berger al poder, entablaron conversaciones con los legisladores de la UNE y del Partido de Avanzada Nacional (PAN) para dirigir el Parlamento e impulsar una agenda legislativa común.

El primer punto de acuerdo, dijeron hoy a los periodistas fuentes de la GANA, es ceder la presidencia del Congreso a un diputado de la UNE, partido perdedor en los comicios del domingo.

«Estamos negociando porque se busca un buen manejo del Congreso», dijo el general retirado Otto Pérez, diputado electo de la GANA y uno de los principales dirigentes de esa agrupación.

Señaló que «ceder la presidencia del Congreso es algo de lo que se está hablando», y que tras el acuerdo, ahora se busca definir quién ocupará el cargo.

El nuevo Parlamento, de 158 escaños, que tomará posesión el 14 de enero próximo, cuando Berger también asumirá la Presidencia, está integrado por 47 diputados de la GANA, 32 de la UNE, 17 del PAN y 43 del aún gobernante Frente Republicano Guatemalteco (FRG).

Los restantes 19 escaños pertenecen a seis partidos de oposición que no han sido convocados a la negociación, al igual que el FRG, al cual se prevé busquen aislar a pesar de que sus dirigentes aseguran que «nuestros votos serán decisivos».

Los 96 diputados que suman GANA, UNE y PAN son suficientes para legislar con comodidad sin los votos del FRG, y para obtener la mayoría calificada -106 votos-, necesaria para aprobar leyes de urgencia nacional, buscarán acuerdos con las bancadas minoritarias.

«Estamos llevando está negociación para promover la gobernabilidad de Guatemala. Todos debemos pensar en beneficios para el país, antes que en intereses particulares», explicó la diputada electa de la GANA Roxana Baldetti.

Colom, quien al reconocer ayer el triunfo de Berger aseguró que se constituiría en el líder de la oposición, dirige personalmente las negociaciones por la UNE.

Señaló que su partido hará una oposición «democrática y constructiva», y apoyará todas las iniciativas del nuevo gobierno y de los otros partidos de oposición, «siempre y cuando sean de beneficio para todos los guatemaltecos».

La diputada electa de la UNE Concha Mazariegos aseguró que, más que una repartición de puestos en la junta directiva del nuevo Congreso, su partido busca «acuerdos de gobernabilidad» que permitan impulsar las metas del programa de su partido.

Luego de distribuirse los principales puestos de la junta directiva del Parlamento, los diputados de la GANA negociarán la agenda legislativa «básica» que promoverán en el Congreso en los primeros meses de 2004.

Acordarán los términos en los cuales reestructurarán el presupuesto de la nación para 2004, que no fue aprobado por el FRG -que contó con mayoría legislativa durante los pasados cuatro años- en la fecha que manda la ley.

De consolidar la GANA sus negociaciones con la UNE y el PAN, Berger tendrá garantizado un apoyo mínimo para gobernar, pero a la vez quedará amarrado a la voluntad de estos partidos para impulsar sus propios planes, según los analistas.