MILAN, Italia (AP) — El primer ministro italiano Silvio Berlusconi calificó de «ridícula» una acusación por fraude tributario, al comentar el lunes su situación judicial antes de comparecer ante un tribunal de Milán. Berlusconi saludó a un grupo de periodistas que lo esperaban antes de entrar en el juzgado, donde la audiencia fue a puerta cerrada.

 Los fiscales consideran que Berlusconi cometió fraude fiscal al vender los derechos de filmación de su emporio televisivo Mediaset. «Los fiscales han demostrado que desean enjuiciarme y que no se detienen ni incluso ante los hechos y el ridículo», dijo el lunes el primer ministro en uno de los canales de televisión de su imperio Mediaset. Berlusconi agregó que el fiscal lo considera un «enemigo ideológico y político» y como «un obstáculo que impide a la izquierda llegar al poder».

 «Desgraciadamente, el comunismo en Italia nunca se rindió y nunca cambió», agregó Berlusconi. «Soy el hombre más acusado del universo y de la historia», agregó. Berlusconi insistió que nunca desde que se inició en la política en la década de 1990 cesó de regentar sus empresas para dedicarse exclusivamente al cargo público.

 «Estas acusaciones no solamente carecen de base sino que son ridículas», insistió el político. Según Berlusconi, sus motivaciones son enteramente políticas.

El juzgado fue protegido por extraordinarias medidas de seguridad, patrullado por unos 100 agentes de la policía y el Cuerpo de Carabineros (policía militarizada) en uniforme antidisturbios. Después de una audiencia de dos horas, el primer ministro salió brevemente del coche mientras salía y dio las gracias a cientos de simpatizantes que esperaban afuera. Cruzando la calle, un grupo mucho más pequeño de detractores lo abucheaban y pedían su renuncia.

Este es uno de cuatro casos en los que debe defenderse Berlusconi. A principios de este año, la Corte Constitucional de Italia derogó una ley que fue promovida por el gobierno de Berlusconi que buscaba protegerlo de cualquier enjuiciamiento.

El mes próximo comenzará un juicio en el que Berlusconi es acusado de haber pagado para mantener relaciones sexuales con una prostituta menor de edad.