Bernanke recurrió a medidas que no tomó ningún presidente de la Fed

Bernanke recurrió a medidas que no tomó ningún presidente de la Fed

Mañana cuando el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Ben S. Bernanke, cierre la puerta de su oficina por última vez, podrá decir que tomó medidas que fueron las primeras o las más importantes en su género en los cien años de historia del banco central. Algunas probablemente sean las últimas.

Bernanke fue el primero en idear una política monetaria que se centró en reducir el costo del crédito rebajando las tasas de interés de largo plazo luego de que la tasa política de corto plazo tocó cero. Su estrategia, que incluyó las compras directas de títulos valores respaldados por hipotecas y deuda del Tesoro a largo plazo, dejó a la Fed con el mayor balance de su historia, US$4,1 billones.

Fue el primer presidente desde la Gran Depresión que usó las facultades de préstamo de emergencia para rescatar a empresas de casi todos los rincones del sistema financiero -de los bancos a las sociedades anónimas y los operadores de bonos-. Y podría ser el último: el Congreso, receloso de las amplias facultades de la Fed, eliminó la posibilidad de que el banco central diera préstamos a los particulares, las sociedades y las compañías no bancarias.

“Fue increíblemente creativo en las diferentes medidas y programas que aplicó para impedir la caída libre de la economía mundial”, dijo Kristin Forbes, profesora de la Escuela de Administración Sloan del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge y miembro del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante el gobierno de George W. Bush. “Durante una crisis, hay que tomar decisiones basadas en información sumamente imperfecta. Él estuvo dispuesto a hacerlo”.

Metas logradas. Bernanke, de 60 años, deja una Fed enormemente distinta de la institución de la que se hizo cargo el 1° de febrero de 2006. En aquel momento, el exprofesor de la Universidad de Princeton tenía algunos objetivos. Dijo que fijar una meta de inflación favorecería la responsabilidad y la eficacia de las políticas. También quería delegar facultades de la presidencia del banco al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), en realidad, para diluir parte de la mística que había creado su antecesor, Alan Greenspan.

Ocho años más tarde, Bernanke ha logrado esos objetivos. La Fed estableció una meta de inflación de 2 por ciento en 2012 y la FOMC es más democrática. El presidente de la Fed fomentó un debate más abierto en las reuniones de fijación de políticas, permitiendo que sus colegas alteraran el formato si querían exponer una idea. A diferencia de Greenspan, Bernanke expresa su opinión en último término.

Entre otras innovaciones de Bernanke, las autoridades del banco central publican sus pronósticos económicos, incluidas las perspectivas de la política de tasas de interés que ellos deciden, cuatro veces al año. El presidente da una conferencia de prensa cada tres meses.

La respuesta a la crisis también transformó a la institución de modos que no permiten sacar conclusiones en el corto plazo porque nadie sabe si las medidas extraordinarias, como comprar US$1,5 billón de deuda hipotecaria o crear US$2,4 billones de reservas bancarias excedentes, pueden retraerse, reducirse o eliminarse con éxito.

LA CIFRA

4,1 billones de dólares, es la cifra con la que Bernanke deja a la Fed, en las compras directas de títulos valores respaldados por hipotecas y deuda del Tesoro a largo plazo.

 

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