BERNARDO DEFILLO
No ve fracaso en Seguridad Social

BERNARDO DEFILLO<BR><STRONG>No ve fracaso en Seguridad Social</STRONG>

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Pese a los obstáculos que impiden la aplicación del Sistema de Seguridad Social, el doctor Bernardo Defilló,  quien dirige la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), consideró ayer que ese sistema no ha fracasado.

Precisó que  prueba de eso es el hecho de que más de tres millones de dominicanos están afiliados y que el año pasado el Seguro Nacional de Salud haya inscrito a más de 333,000  personas pobres.

“No se afilian más porque los que tienen veto en el Consejo Nacional de la Seguridad Social se han opuesto a que a las personas pobres, que forman parte del régimen subsidiado, se les dote de un documento de identidad similar a la cédula”.

Durante su participación en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, Defilló dijo que en la región Suroeste del país el 30% carece de documentos de identidad y el CNSS no facilita que eso suceda.

“Pero también la estructura social dominicana heredada desde los viajes de Colón hasta la fecha no ha resuelto  el problema de la identidad de las ciudadanos y en la zona Este cerca de un 46% tampoco tiene documentos de identidad”.

Por esa razón se preguntó cómo se les incluye en un sistema en el cual el beneficiario no puede demostrar que es  una persona legal, a parte de que se le debe respetar su dignidad humana.

A juicio del funcionario, la oposición a la dotación del referido documento se debe a que con ello impiden la vigencia del Seguro Familiar de Salud, que tienen entre sus componentes  el Plan Básico de Salud, medicamentos, ambulatorio y hospitalización, subsidio de maternidad, subsidio de lactancia para menores hasta de un año, y guarderías infantiles.

DETALLES DE LA LEY

La Ley sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social establece los derechos y deberes del Estado y de los ciudadanos en lo relativo al financiamiento para la protección de la población contra los riesgos de vejez, discapacidad, cesantía por edad avanzada, sobrevivencia, enfermedad, maternidad, infancia y riesgos laborales.

Contiene reglamentos del Consejo Nacional de Seguridad Social, de la Tesorería de la Seguridad Social, sobre Pensiones, el Seguro Familiar de Salud, el Seguro de Riesgos Laborales, el Régimen Contributivo Subsidiado y el Régimen Subsidiado.

El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) se regirá por los siguientes principios:

Los principios del SDSS son la universalidad, la obligatoriedad, la integralidad, la unidad,  la equidad, solidaridad, libre elección, pluralidad, separación de funciones, flexibilidad, participación, gradualidad y equilibrio financiero.

Los beneficiarios tienen el derecho de que les asista la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA) en todos los servicios que sean necesarios para ser efectiva su producción.

Son beneficiarios del sistema los dominicanos y residentes legales en el territorio nacional.

Considera en 12 años podría haber cobertura a todos los usuarios

La gradualidad es la palabra mágica para implementar el Sistema de Seguridad Social, a juicio de Bernardo Defilló, superintendente de Salud y Riesgos Laborales, quien destacó que en los últimos dos años la entidad que dirige ha planteado que solamente se debían afiliar en la primera etapa a los empleados públicos que no tienen seguro de salud.

“Con gradualidad en 10 ó 12 años tenemos sistema, pero no se le puede dar servicio a todos, porque  nada más en el régimen subsidiado tenemos 4.8 millones de pobres indigentes”, dijo el funcionario en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Asimismo, explicó que en el régimen contributivo subsidiado hay 3.2 millones de personas, y en el de pensionados y  jubilados 125,000, por lo que sobre esa base no se pueden afiliar todos.

Respecto al concepto de aplicar el Sistema de Seguridad Social por períodos citó como ejemplo a España, país que recientemente puso en vigencia el Seguro de Riesgos Laborales, “pero aquí, de golpe y porrazo lo pusimos en funcionamiento, con el agravante perverso de que lo comenzamos junto con el Seguro Familiar de Salud”.

“Si un trabajador se accidenta, ¿A dónde lo llevan? Al moribundo Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) o a una clínica. Tendrán entonces que pagar tarifas privadas para una persona del sector público, con lo que se estaría privatizando el ejercicio del derecho del trabajador al servicio de riesgos laborales, por no haber instalado el Seguro Familiar de Salud”, explicó.

En ese mismo contexto, dijo que solamente el hospital regional de Barahona, el Jaime Mota, recibe cada año 87,000 trabajadores que no tienen documentos de identidad “y por eso sugerimos que no se iniciara la seguridad social por esa provincia, porque no estaba lista, pero nadie tomó en cuenta esa recomendación técnica”.

Defilló también manifestó que tampoco se puede aplicar el tercer nivel de atenciones, que es de alta complejidad y costo,  en el primer año de inicio del Seguro Familiar de Salud.

“¿Cómo va a pagársele a una persona, por más deseo de ayudarla, el tratamiento de una enfermedad costosa, si de cada 100,000 mueren 178?”, volvió a preguntarse.

Asimismo, expresó que se deben integrar todos los planes sociales del gobierno, para que los millones de pesos que se invierten en los mismos se concentren en un plan nacional de salud.

Sobre las diatribas que existen entre la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) y el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), manifestó que en la última institución los temas de salud se tocan de manera tangencial porque la entidad que representa tiene un rol secundario, pese a su función técnica.

“Esto ocurre, los empleadores, que ahora critican al sistema, dijeron que no podían formar parte del CNSS las entidades que no lo constituían. Pertenecen al consejo el secretario de Trabajo, que lo preside, y que en la ocasión es José Ramón Fadul, que por definición de especialidad no sabe ni hostia de salud”.

Añadió que el CNSS también  lo integran el secretario de Salud, el director del IDSS, el gobernador del Banco Central y el director de Auxilios y Viviendas.

Defilló no teme ser sustituido de cargo

Seguridad social y barbarie es el título que le cabe al incidentado proceso de aplicación del Sistema Dominicano de Seguridad Social, a juzgar por las declaraciones del doctor Bernardo Defilló, encargado de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), y quien es, para la periodista Julissa Lorenzo, de El Día, la voz que clama en el desierto.

El último round de la seguridad social lo protagoniza el sector empleador, que forma parte del Consejo Nacional de la Seguridad Social, el cual anunció su retiro del mismo si hoy jueves no se designaban sustitutos de la SISALRIL, de la Superintendencia de Pensiones, o en su defecto se ratificaban los actuales funcionarios.

“A mí no me da miedo que me quiten ni que me auditen”, reiteró Defilló, al referirse a la decisión de los patronos del patio.

Una chica ácida le preguntó si el carguito era bueno y él le respondió que para una persona como él, que tiene una gran conciencia social, es de suma responsabilidad.

“Habló el líder del Bloque Revolucionario Cristiano (BRUC)”,  manifestó al escucharle Mario Alvarez Dugan, director de Hoy.

El BRUC (que en  nada se parecía al “after shave” de Fabergé) era un movimiento estudiantil liderado por Defilló en los revolucionarios años de 1960, explicó Juan Bolívar Díaz, coordinador del encuentro del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Pero volviendo al caso del carguito en la SISALRIL, Defilló comentó que uno de los doce aspirantes a dirigirla  le dijo que estaba loco por el puesto, porque ahí sí había mermelada…

¡Chupe usted, y déjeme el cabo!

EL FILANTROPO BIL GATES

Cuando los invitados llegaron al encuentro, Defilló, Roberto Monclús, director de Relaciones Públicas de SISALRIL, Andrés Lockward y Antonio Mena, José Monegro, subdirector de El Día, nomás atinó a decir  “¡Hola! Monclús… El único moreno al que le quedan bien los trajes, después de mí”.

“Y lo que se arregla esa vestimenta” añadió Defilló para ayudarle.

Hablando en serio, el funcionario, como en tantas ocasiones, se quejó de que no haya arrancado como debiera la seguridad social, por culpa fundamentalmente de los intereses que medran en el Consejo Nacional de la Seguridad Social y que representan desde sectores farmacéuticos hasta firmas de abogados.

Claudio Acosta, jefe de información de Hoy, le recomendó que hiciera como Diandino Peña, el gerente de la Oficina del Metro de Santo Domingo, que perfora la Máximo Gómez contra viento y marea.  ”Es que a mí la Ley no me permite eso”, le respondió el funcionario.

Para los que llevan anotaciones, el multimillonario Bill Gates, propietario de la Microsoft Word, le donó a la SISALRIL la licencia de 13 programas, con lo cual la entidad se ahorra alrededor de US$300,000.

La payola sentimental vino a cuento cuando Defilló relataba los esfuerzos de la entidad por optimizar su trabajo, y sobre todo, por no dispendiar los recursos que percibe, ya que fue por solicitud suya que Gates hizo la donación.

GANA MAS QUE EL PRESIDENTE

Para Defilló es voluntad política y liderazgo lo que hace falta para que la seguridad social despegue, para que los  pobres tengan acceso a los servicios de salud, para que definitivamente se universalice el servicio y las coberturas estén humanizadas.

Ahí entra la figura del Presidente de la República, pero también de la población, porque a su entender “el pueblo tiene que empoderarse de la seguridad social”. Habló otra vez el BRUC.

A propósito de mandatarios, Defilló dijo que sus críticos alegan que él gana más que el Presidente y un chico ácido le manifestó que no se preocupara, porque hasta Radhamés Gómez Pepín, director de El Nacional, tenía un salario superior al jefe del Poder Ejecutivo.

Emilio Ortiz, editor económico del vespertino, salió al frente: “No relajen con eso que Juan Hernández, el director de la Dirección General de Impuestos Internos, tiene gente por todas partes”.

Al final del encuentro, ya vertidas las explicaciones sobre las inequidades del sistema, la idea de que la Ley de Seguridad Social es un adefesio y que debería reformarse en algún momento, la lucha de intereses que enturbia la aplicación de la seguridad social y la necesidad de gradualizar su puesta en marcha, el funcionario declaró que pese a los obstáculos el sistema no ha fracasado y que nadie espere de él silencio cómplice ni actitudes genuflexas con relación a este caso.

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