Washington.- El senador Bernie Sanders criticó hoy un proyecto de ley que baraja el Senado de EE.UU. para afrontar la crisis en Puerto Rico, conocido como “Promesa”, al considerarlo “sumamente inmoral” y un retorno al “colonialismo de la peor clase» porque “deja de lado al Gobierno” de la isla.
“Lo que dice la ley ‘Promesa’ es que vamos a quitarle virtualmente todos los derechos políticos y económicos al pueblo de Puerto Rico y a tratarles completamente como una colonia”, dijo Sanders en un discurso ante la conferencia anual de la Asociación Nacional de Cargos Latinos Elegidos y Designados (NALEO).
El rival de Hillary Clinton en las elecciones primarias demócratas para la candidatura a la Casa Blanca calculó que el Senado debatirá probablemente “la próxima semana” sobre el proyecto de ley, aprobado este mes por la Cámara de Representantes.
Esa legislación establece la creación de una junta de control fiscal sobre el Gobierno de la isla, que es un estado libre asociado de EE.UU., para examinar la elaboración y cumplimiento de los presupuestos y facilitar la reestructuración de la deuda.
Sanders recordó que cuatro de los siete miembros de esa junta serán republicanos que “podrán recortar la inversión en educación y sanidad” e impondrán “un masivo programa de austeridad” a la isla, cuyo Gobierno “quedará de lado». “Esto es colonialismo de la peor clase”, afirmó el senador en la conferencia, que se celebra en Washington.
“Es sumamente inmoral proporcionar grandes beneficios a los especuladores de Wall Street y cargar con ello las espaldas del pueblo de Puerto Rico”, agregó al denunciar que son los excesos de los “fondos buitres” los que han generado una deuda “insostenible e impagable” en la isla.
Sanders opinó, además, que la legislación “enviaría un horrible mensaje a los pobres que hay en todo el mundo sobre cómo Estados Unidos afronta una crisis de deuda como las que hay en muchos países».
La Casa Blanca ha dado su respaldo al proyecto de ley, pero ha mostrado su preocupación sobre algunas disposiciones que pueden ser abusivas en materia de salario mínimo o el reconocimiento de horas extra para los trabajadores.
El presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció este mes que no se trata de “una ley perfecta”, pero consideró que es “la única opción disponible para salvar a Puerto Rico de una caída descontrolada».
El mandatario insistió en que se encargará de que los puertorriqueños estén representados en la junta de supervisión fiscal que creará la ley para asegurar que se respetan sus “derechos democráticos».
El proyecto de ley cuenta con el apoyo del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, que hoy envió cartas al centenar de senadores de EE.UU. para instarles a aprobar la legislación antes de fin de mes y evitaría así a su Gobierno una lluvia de demandas por impago de deuda.
Sanders presentó recientemente un proyecto alternativo para impulsar el desarrollo económico en la isla y facilitar su rescate financiero por parte de la Reserva Federal, pero el Gobierno de la isla opinó que esa propuesta no tenía posibilidades reales de ser aprobada en el Congreso estadounidense.