Berroa fue un terror
Arrasó en las Series del Caribe de 190 y 1991 en Miami

<STRONG>Berroa fue un terror</STRONG><BR>Arrasó en las Series del Caribe de 190 y 1991 en Miami

El dominicano Gerónimo Berroa  se convirtió en un azote de los lanzadores contrarios, para ayudar a los Leones del Escogido a conquistar su segunda Serie del Caribe en 1990 y a los Tigres del Licey  del Licey en el 1991, donde logró  el trofeo del Jugador Más Valioso en los  dos  Clásicos del Caribe, celebrado en  el estadio Orange Bowel, de Miami.

En el  tradicional clásico de febrero, donde participan los campeones del béisbol de invierno que forman parte de la Confederación de Béisbol del Caribe, que preside el dominicano Juan Francisco Puello Herrera.

Berroa, participando en su primera oportunidad en la denominada Pequeña Serie de Béisbol, jugando para los Leones  en  el clásico de 1990,  bateó 267, con cuatro imparables en 15 visitas al plato, empujó  ocho carreras, para ser el líder en este departamento, y disparó dos jonrones decisivos para victoria del equipo dominicano.

En la Serie del Caribe de 1991, fue el líder de los bateadores, con un astronómico promedio de  471 puntos, donde disparó 8 imparables en 17 visitas al plato.  La Serie del Caribe de 1990 tuvo una particularidad muy especial y fue que por primera vez en la historia del clásico de países latinos de béisbol fue celebrado en territorio norteamericano, específicamente en la ciudad de Miami, en el Orange Bowl, un parque de fútbol americano.

La motivación principal de este traslado fue por los problemas económicos que afectaron tanto a la República Dominicana, como a Venezuela, además de un par de años en los que México había celebrado el clásico.

El equipo dominicano, que en esta ocasión fue el de los Leones del Escogido, llegó cargado con una artillería sumamente pesada en la que contaron nombres del propio equipo como los de Junior Noboa, Sammy Sosa, Marquis Grissom, Héctor de la Cruz, Luis de los Santos, Nelson Liriano y Junior Félix. También se encontraban los veteranos Gerónimo Berroa, Rufino Linares y José Vizcaíno.

En cuanto a los lanzadores, el dominicano Melquíades Rojas encabezaba el grupo y estuvo seguido de Steve Frey, José Núñez, Brett Gideon, Luis Encarnación, Crhis Marchock y Águedo Vásquez. El nombre más destacado entre los refuerzos fue el de Moisés Alou, quien acompañó a su padre Felipe, este último como dirigente del equipo de los Leones y la escuadra quisqueyana, en la justa .

En el primer juego de la Serie del Caribe, la República Dominicana venció a Venezuela, representada por los Leones del Caracas, 10-8. El jardinero de las Águilas Cibaeñas, Moisés Alou, reforzó a los Leones y disparó un cuadrangular con las bases llenas y empujó seis carreras en el partido. Nelson Liriano también sacó la bola del parque e incluyó dos indiscutibles. El abridor Melquíades Rojas consiguió la victoria, actuando como relevista, Ramón Arturo Peña, como cerrador, consiguió el salvamento.

Para la segunda jornada de la serie, el zurdo Bob Patterson subió al montículo para el club dominicano y ponchó a ocho hombres para superar a los Naranjeros de Hermosillo, 2-1. Otro destacado fue Junior Félix, quien sacó la bola del parque. En el tercer partido, Puerto Rico le ganó a República Dominicana 5-4, obligando un empate entre los dos equipos en el primer lugar.

El lanzador Mélido Pérez, jugando para los Leones, como refuerzo, trabajó siete episodios en los que ponchó ocho hombres y permitió apenas una carrera. Sin embargo, el relevo no hizo su trabajo y el relevista Ramón Arturo Peña permitió cuatro carreras en 1.1 entradas de trabajo. Gerónimo Berroa sacó la bola del parque en dos ocasiones.

Para el cuarto juego, México cayó 6-4 ante la República Dominicana. Denio González se fue para la calle, mientras que Nelson Liriano, Luis de los Santos y Jorge Brito consiguieron un par de hits por cabeza. En el quinto partido, los Leones  eliminaron a los Leones de Venezuela, esta vez 5-3. Moisés Alou y Rufino Linares encabezaron la ofensiva dominicana con jonrones. Marquis Grissom pegó tres hits, luego venció a PR.

ZOOM

Labor de Barroa

Berroa, quien nació en Santo Domingo el 18 de marzo del 65, ganó los galardones de “Jugador Más Valioso” en la Serie Final de 1992 y de la serie regular en la temporada 93-94. Debutó con los Tigres en 1986 y jugó para este conjunto hasta el 87. Desde el 87 al 96 vistió la franela de los Leones del Escogido. Fue líder del circuito en carreras remolcadas y jonrones con 25 y 4 en la estación del 91-92, comandó la liga en dobles en 1992-93 y 93-94, con 11 y 14, respectivamente.

En el 90 y 91 fue la piedra angular en las coronas de campeón que lograron los Leones del Escogido en ambas series del Caribe, celebradas en el estadio Orange Bowl, de Miami. Además, había tenido previamente excelentes desempeños en las versiones caribeñas del 88 y el 89. Gerónimo se ganó el mote de “Mister Enero” por la clase de bateador que fue en las etapas de semifinales y finales, bateo productivo que trasladó a febrero siempre que representó al país en los eventos de  la Serie del Caribe.

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