Berroa superó  a Rodríguez

Berroa superó  a Rodríguez

La rivalidad encarnizada entre Tigres del Licey y Leones del Escogido no es un secreto para nadie y más en el siglo pasado, donde ambos conjuntos saboreaban una lucha a muerte.

Dos protagonistas de esas batallas fueron Gerónimo Berroa y Henry Rodríguez, jugadores muy similares que adornaban la masa de la alineación de ambos equipos.

Berroa, aunque muchos aficionados no recuerden, debutó con el Licey en la campaña de 1985-86 y tuvo un inicio atroz. Eso provocó que dos años más tarde vistiera la franela de los Escarlatas.  

Desde que el jardinero izquierdo y bateador designado llegó a los Leones, puso estadísticas decentes, que le hicieron merecedor de más participación en el terreno de juego. Además, Berroa fue como una especie de talismán porque ganaron tres coronas de manera seguida tras su llegada. 

En su primer año con los Leones, Berroa se ganó el respeto necesario con el madero y muestra es que vio acción en 46 partidos durante la vuelta regular. Bateó sólo para .243, pero con siete dobles y 13 carreras empujadas.  

El nativo de Santo Domingo sabía que tenía que producir en la liga dominicano, ya que en el béisbol organizado tampoco tuvo un inicio muy alentador.

Berroa comenzó a ser  un hombre clave en la escuadra roja en la temporada de 1988-89 cuando se ganó el apodo de “Míster Enero”, sobrenombre en alusión a su actuación en el Todos contra Todos.

Durante su desempeño en series regulares, consiguió dos lideratos en dobles. Esos ocurrieron en campañas seguidas (1992-93 y 93-94) con 11 y 14 respectivamente.

Obtuvo, también, un liderato en cuadrangulares, el cual tuvo que compartir con Julián Yan, Francisco Cabrera, Samuel Sosa y el importado de los Toros del Este Kevin Koslofski. Todos terminaron con cuatro vuelacercas, hecho que aconteció en el torneo de 1991-92.

Sin embargo, Berroa significó en la pelota dominicana más que esos simples logros personales.

El poderoso jugador se convirtió en uno de los mejores bateadores con hombres en posición anotadora, además de ocasionarle temor al contrario en momentos de presión.

Ese fue también el caso de Rodríguez, un bateador zurdo que debutó en la liga dominicana con la esperanza de ser uno de los mejores jugadores del patio en pasar por las mayores.

Era un prospectazo de los Dodgers que venía al país a mejorar esos detalles negativos que no le dejaban crecer como pelotero.

Su primera oportunidad la tuvo en la campaña de 1987-88, donde apenas agotó cuatro turnos en la serie regular. Pero, para no dejar dudas, despachó un par de incogibles para ubicar su promedio en .500.

Para el próximo año, Rodríguez consiguió más participación y bateó para .294, gracias a 30 hits en 102 oportunidades en el plato.

Rodríguez, además de desempeñarse como jardinero y bateador designado, también era un jugador promedio en la primera base, situación que le abría más espacio en el equipo azul.            

Siempre jugó en el béisbol invernal, excepto cuando tuvo su momento de gloria con los Expos de Montreal en las Grandes Ligas. No participó durante los torneos del 1997-98 hasta 2003-04 que se reincorpora, ya en las postrimerías de su carrera.

Disfrutó de cinco coronas con los Tigres, pero no fue un jugador tan decisivo como Berroa.

Nunca lideró ningún encabezado ofensivo aunque sí llevó al Licey a muchos triunfos importantes.       

Su mayor total de jonrones en una temporada ocurrió en 1993-94, al sumar seis bambinazos. También ahí amontonó 23 vueltas remolcadas, cifra tope en su trayectoria.

Rodríguez se caracterizó por ser un bateador de la parte derecha del terreno, que podía conectar con poder en la mayoría de las ocasiones.

Sin embargo, Berroa fue más determinante en el béisbol local y sus remolcadas no dejan dudas.

Cara o cruz

Héctor Gómez

Inclino la balanza hacia Gerónimo Berroa por los dos premios de Jugador Más Valioso  que consiguió en Series del Caribe.  Además de ser un gran bateador en nuestra pelota.

José Luis Mendoza

Gerónimo Berroa tuvo mayor incidencia en los equipos de los Leones. Ganó  dos premios de JMV  y se caracterizó por ser un excelente bateador en momentos de presión.

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