Muchas son las causas del desinterés por la lectura. Entre ellas, la falta de una política cultural que priorizara esta actividad como parte del currículo, especialmente el dirigido a formar los niños y jóvenes dominicanos.

La proliferación de los medios audiovisuales, como el televisor y los videojuegos, e incluso las tecnologías de la información, también representa una gran competencia para los libros. Otra razón importante es la ausencia de motivación hacia la lectura en el seno de la familia.

Los argumentos de la gente para no leer son múltiples. La mayoría dice que no tiene tiempo debido a factores como el pluriempleo, el cansancio, el costo de los libros o lo aburrido de los temas, entre muchas otras excusas.

Bajo esta panorámica, el Gobierno ha establecido el fomento de la lectura como uno de los ejes principales de su programa cultural y educativo y en ese sentido se enmarcan acciones como la creación de clubes de lectores, el apoyo a las ferias del libro, así como el equipamiento, remodelación y construcción de bibliotecas en todo el territorio nacional y la colaboración, a través de donaciones y asesoría técnica, a instituciones públicas y privadas que promueven la lectura.

Como una acción de apoyo a estos esfuerzos, la Secretaría de Estado de Cultura, a través de la Dirección General del Libro y la Lectura, realizará una encuesta, para conocer la situación de los hábitos de lectura de forma más actual. Los resultados serán dados a conocer en el marco de la Feria Internacional del Libro 2006, el próximo mes de abril.

Una de las iniciativas de mayor impacto en esta área es el Proyecto de Bibliotecas del Despacho de la Primera Dama, que pretende incrementar el gusto por la lectura a través de programas de animación en las bibliotecas. Aunque aún no se ha dado a conocer en detalle, este proyecto ya exhibe resultados, pues los trabajos fueron iniciados en la Biblioteca Pública de Villa Duarte “Juan Sánchez Lamouth”, a mediados del año pasado.

Este centro de cultura servirá de modelo para el desarrollo de estos programas de animación de la lectura. Como condición indispensable para su aplicación allí, el Estado debió invertir más de trece millones de pesos en la remodelación y equipamiento de las instalaciones. La biblioteca fue dotada de tecnología de punta y fueron automatizados los procesos de consulta a través del Sistema Integral de Gestión de Bibliotecas (SIGB). Además, fue climatizada completamente y dispone de una planta de emergencia.

Este programa de animación a la lectura ha provocado un incremento en las visitas de sus usuarios en un cien por ciento, según informa su director, Dionicio Peña.

Asegura que aunque no existen registros estadísticos del año 2004, desde que asumió sus funciones, en septiembre de 2004, se ha ido incrementando el número de usuarios, lo que entiende se debe a las condiciones ambientales, la bibliografía, la adecuada disposición del espacio físico, que no permite distracción del usuario, la facilidad de biblioteca abierta, es decir, que es el usuario quien selecciona su libro; el sistema en línea, que incluye toda la bibliografía disponible y su ubicación en tramería, facilitando el trabajo de búsqueda, los talleres de formación y motivación a la lectura.

Opina que este incremento también se debe a los requerimientos de información con motivo de la celebración o conmemoración de fechas especiales durante el año y la conformación de Clubes de Lectores. Desde su reapertura, en agosto del pasado año 2005, allí se han asignado 5,020 códigos a usuarios.

Las actividades formativas y recreativas han tenido gran respaldo de la comunidad educativa y del personal que se desempeña en el área de la bibliotecología. Durante el mes de enero de 2006, por ejemplo, se realizó un taller de organización y funcionamiento de los clubes de lectores y una charla de motivación a la lectura.

“Estos encuentros se tornan amenos, ya que se permite que los más pequeños opinen sobre el uso de su tiempo y la forma en que ellos pueden ir incluyendo la lectura como parte de sus actividades, independientemente de sus horas dedicadas a las labores escolares”, señaló Teresa Peralta, encargada del Proyecto de Bibliotecas del Despacho de la Primera Dama, entidad que pretende reproducir esta experiencia en muchas otras bibliotecas del país.

Para apoyar estas iniciativas de fomento a la lectura, la Primera Dama firmó un acuerdo de asistencia y colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, de Salamanca, España. Esta institución es reconocida por el trabajo que realiza en el fomento de la lectura, la formación de especialistas en organización y dinamización de bibliotecas, al igual que por los servicios de difusión e investigación sobre lectura pública.

Precisamente el pasado mes de febrero dos representantes de esta fundación, Hilario Hernández y Florencia Corrionero, estuvieron en la República Dominicana agotando una agenda de trabajo que incluyó dos charlas, una en Santo Domingo y otra en Santiago de los Caballeros, así como un curso taller dirigido a personas que formarán a los encargados de realizar las actividades de animación a la lectura en las bibliotecas que formen parte del Proyecto de Bibliotecas que promueve el DPD.