Más de 12 mil usuarios utilizan diariamente los servicios de la biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, según un estudio realizado por la Dirección de Servicios Bibliográficos del lugar.

El dato fue ofrecido por la directora de Servicios Bibliográficos, Joselín Polanco, en ocasión del décimo aniversario de la biblioteca.

Polanco explicó que durante una semana contabilizaron los estudiantes que acudían ahí y los números dieron que entre 12 y 14 mil personas acceden al lugar diariamente. La UASD en su sede acoge a más de 100 mil estudiantes.

Al arribar a una década de su apertura, el edificio, concebido como un centro de apoyo al aprendizaje y la investigación, destaca las señales de deterioro.

La mayor queja de los estudiantes que acuden al centro es la falta de computadoras, que en principio estaban disponibles para el uso de cualquiera con la facilidad de la conexión a Internet.

Según el propio gobernador de la biblioteca, Rafael Peña Geraldino, el 80 por ciento de los ordenadores están dañados. Incluso los situados en el atrio central de los niveles 2, 3 y 4, que son destinados a consultas del catálogo en línea, son muy pocas las que funcionan.

En los baños el problema es más de mantenimiento que de infuncionalidad.

Polanco admite que la biblioteca ha presentado un desgaste, especialmente en el mobiliario y en el área digital, pero entiende que esto en parte es propio de los años y sobre todo de la gran cantidad de personas que utiliza los recursos.

En las salas de estudio el deterioro es mayor. Los escritorios están rasgados y las sillas rotas, pero el gobernador asegura que ya han comenzado a repararlas poco a poco.

Sin embargo no han podido hacer frente al desgaste de la planta física, que incluye restablecer el servicio de aire acondicionado que hace falta en varias salas de referencia, ni implementar otros proyectos de carácter científico que desean llevar a cabo.

La biblioteca Pedro Mir, si bien es cierto que es la más moderna de la región en cuanto a estructura se refiere, no así en cuanto a la actualización del catálogo de libros, expresó Peña Geraldino.

Recursos limitan. Pese a que desean y consideran necesario ampliar el número de obras, tampoco ha sido posible por falta de presupuesto, expresaron ambas autoridades.

“Hay buenos materiales bibliográficos, pero el flujo debe de aumentar”, consideró el catedrático Peña Geraldino, y dijo que hacen falta publicaciones más actualizadas.

El presupuesto de las reparaciones asciende a unos RD$100 millones, y están a la espera de que la Presidencia de la República o del Ministerio de Educación Superior destinen esos recursos, pues el presupuesto de la UASD es deficitario.