Bibliotecarios en Perú

Bibliotecarios en Perú

I
La semana pasada, participamos en la más reciente asamblea general de la Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de los Países de Iberoamérica (ABINIA), celebrada en Lima, Perú, para conmemorar los 30 años de la organización. Ofreceremos, en dos entregas, las palabras que pronunciamos en una sesión solemne de aniversario:
Nos hemos reunido nuevamente en esta acogedora ciudad de Lima para realizar la XXX Asamblea General de ABINIA, pero de manera muy especial para conmemorar y celebrar el XX aniversario de su fundación como asociación intergubernamental; y recordamos con emoción aquella mañana del 12 de octubre 1999, cuando congregados en el Palacio de Torre Tagle, sede de la Cancillería peruana, con la en presencia de directores de las bibliotecas nacionales y funcionarios de exteriores peruanos, los embajadores, como representantes directos de los Estados correspondientes, firmaron el acta que dejó oficializada la organización. Debe aclararse, sin embargo, que ABINIA había nacido en México, el 14 de diciembre de 1989, es decir, 10 años y casi dos meses antes, como asociación, con carácter de integración y apoyo.
Les agradecería si me permiten una ligera digresión, al manifestarles mi alarma emocional con Sebastián Salazar Bondy en su ensayo “Lima la horrible”, como respuesta crítica al poema de César Moro, que la define como tierra de promisión y ciudad perfecta, lo que él califica de Arcadia colonial. Obviamente, nuestra misión no es ahora participar en polémica de peruanos sobre su ciudad, sus especificidades, entuertos y contornos. Solo quiero destacar la significación y los aportes de este país y su gran capital a la cultura americana y universal, sin olvidar a Machu Pichu, síntesis de toda esa grandeza material y espiritual de entonces y de lo que vino después. Así lo evocó Pablo Neruda en su “ Alturas del Machu Pichu”:
“Entonces en la escala de la tierra he subido
Entre la atroz maraña de las selvas perdidas
Hasta ti, Machu Pichu.
Alta ciudad de piedras escalares,
Por fin morada del que lo terrestre
No escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas,
La cuna del relámpago y del hombre
Se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.”
También debo evocar al general José de San Martín y su rol especial en el desarrollo cultural de esta patria y otras latitudes americanas: cuando llegó aquí en misión independentista dejó una biblioteca al pueblo peruano, primero fue pública y luego nacional. Cuando él cruzó los Andes desde la Argentina, en las árganas de los caballos y las bestias venían fusiles y municiones, pero otras estaban repletas de libros. Ahí estuvo el origen de esta institución que generosamente nos acoge.
En lo referido a la fundación de ABINIA interestatal, hubo representación de 15 países (Bolivia: Hugo Poppe Entramabasaguas; Brasil: Celia Ribeiro Zaher; Colombia: Carlos José Reyes Posada; Costa Rica: Rosario Solano Murillo; Cuba: Elíades Acosta Matos; Chile: Clara Budnik, acompañada de alguien que entonces se dedicaba especialmente a estudiar e investigar sobre la vida y la obra de Gabriela Mistral, y hoy es director de la Biblioteca Nacional de Chile: Pedro Pablo Zegers; Honduras: Héctor Roberto Luna; México: José Moreno de Alba; Perú: Martha Fernández de López, la recuerdo siempre entusiasta, colaboradora y muy matriarcal; Portugal: Carlos Reis; República Dominicana: Diómedes Núñez Polanco; y Venezuela: Alfonso Quintero Restrepo, quien también había sido y volvió a ser Secretario Ejecutivo de ABINIA.
También estuvieron representantes de España: Natividad Correas, directora técnica, y asistió además el agregado cultural de la Embajada española en Perú; Panamá: María Magela Brenes, directora administrativa; y Puerto Rico: Ada Myriam Felicié Soto, directora interina; Sandro Celi, agregado cultural de la Embajada de Ecuador, y Manuel Jorba y Jorba, director de la Biblioteca de Cataluña. (Obviamente, tras ABINIA pasar a entidad intergubernamental, no tenía justificación la presencia del catalán, pues se representa a Estados, no a instituciones ni personas particulares).
Al inicio de la sesión solemne de apertura, dijeron palabras protocolares, el señor embajador Jorge Valdez Carrillo, vice ministro y secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú; la señora Martha Fernández de López, Jefe Institucional de la Biblioteca Nacional de Perú; después de la ceremonia de firma del acta constitutiva de la Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas Nacionales de los Países de Iberoamérica (ABINIA), por embajadores u otros representantes de los siguientes gobiernos de la región: Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela. A seguidas, tomó la palabra don Fernando de Trazegnies Granda, entonces ministro de Relaciones Exteriores del Perú.

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