El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca ampliar su capacidad de préstamo a 112.000 millones de dólares en diez años para impulsar el desarrollo en Latinoamérica.
La Asamblea de Gobernadores del banco y de BID Invest, los máximos órganos de decisión del Grupo BID, tienen previsto aprobar esta semana una serie de reformas que constituirán un “punto de inflexión para el organismo”, según señaló su presidente, Ilan Goldfjan.
En una encuentro con periodistas en el marco de la reunión anual del BID en Punta Cana (República Dominicana), el economista aseguró que existe un “apoyo total” por parte de los países miembro a la serie de cambios propuestos, que incluyen un nuevo modelo de financiación para BID Invest, el brazo del sector privado de la institución.
“Estamos ante un momento histórico para el grupo BID y queremos que sea también histórico para la región”, dijo Goldfajn, y agregó que los cambios propuestos mejorarán el “impacto y la escala” de los proyectos que financia el BID.
Con estas reformas, la institución con sede en Washington (EE.UU.) buscará impulsar el desarrollo en la región, que es amenazada por problemas como la desigualdad, el cambio climático o el crimen organizado.
El impacto del crimen en el PIB
Y es que, según denunció un panel de expertos que tuvo lugar este jueves, como parte de las reuniones anuales, reducir el impacto del crimen organizado en América Latina y el Caribe puede incrementar el PIB regional en un 10 %.
El jefe adjunto de la División de Centroamérica del Fondo Monetario Internacional, Raphael Espinoza, explicó que tras realizar un informe sobre la relación entre economía y criminalidad, en comparación con otros regiones, los países latinoamericanos podrían incrementar la inversión pública en un 2 % y reducir su gasto en seguridad que, actualmente, está entre el 1,5 al 2,5 % del PIB.
Además, según su estudio, el crimen organizado también impacta socialmente a los países como, por ejemplo, en el nivel de escolaridad, ya que los niños y niñas que nacen en áreas violentas tienen menos oportunidades de desarrollo.
América Latina y el Caribe tiene una tasa de homicidios tres veces superior al promedio mundial, con 18 casos por cada 100.000 habitantes -por los 5,6 globales-, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y el 50 % de los homicidios totales en las Américas están ligados al crimen organizado.
La carrera contra la desigualdad se ralentiza
También el jueves, un grupo de expertos presentó un macro-análisis realizado con el BID en el que se revela que, tras un avance entre 1990 y 2014, la carrera por revertir la desigualdad en Latinoamérica se ha ralentizado.
Así lo destacó el académico de la London School of Economics Francisco Ferreira, quien explicó que las desigualdades son multifacéticas y están interconectadas en América Latina, y que hay muchas diferencias según el color de piel, ya que en los análisis de oportunidades e inversión “los blancos están arriba y los negros y los indígenas en posiciones bajas».
En el análisis del BID, en asociación con la London School of Economics, la Universidad de Yale, Institute for Fiscal Studies y académicos de más de una docena de universidades, también se reflejó que la desigualdad puede “heredarse”, pues nacer en un barrio de bajos ingresos, pertenecer a una minoría étnica o tener padres con escolaridad limitada u ocupaciones mal pagadas contribuyen a esta situación.
Por ejemplo, en Colombia, Chile y Uruguay, alrededor del 1 % de la población controla entre el 37 % y el 40 % de la riqueza total, mientras que la mitad más pobre sólo controla una décima parte de la riqueza.
El reto para lograr la seguridad alimentaria
Otro de los puntos destacados de la jornada fue la seguridad alimentaria en un contexto de cambio climático, donde se expuso que, en 2023, el 38 % de la población de Latinoamérica padeció inseguridad alimentaria, lo que se traduce en un total de 247,8 millones de personas, y el 7 % (43 millones) enfrentó hambre.
Los datos recogidos por la FAO ponen de manifiesto la necesidad de emplear medidas innovadoras para evitar que también sea la región con el costo más alto para acceder a una dieta saludable, donde la canasta básica se sitúa en 4,08 dólares por persona al día, por los 3,60 a nivel mundial.
La Asamblea anual del BID da paso este viernes a la parte económica y de negocios de la reunión, junto a las primeras sesiones plenarias en las que se decidirán hasta el domingo los cambios y la estrategia de la entidad.