WASHINGTON.
 AFP.
 La región de América Latina y el Caribe recibió unos 66,500 millones de dólares en remesas de sus emigrantes durante el año 2007, según un estudio del BID divulgado ayer que da cuenta de una desaceleración de los envíos.

 La cifra de 66,500 millones de dólares registrada por el estudio del Fondo Multilateral de Inversiones del BID (FOMIN), representa un incremento de 6% si se compara con el año 2006.

 Sin embargo, el BID notó una desaceleración en el flujo de dinero de los latinoamericanos en el exterior a sus países de origen, muchos de los cuales dependen en gran medida del dinero que sus nacionales remiten a sus familiares.

 «Esta es la primera vez desde que comenzamos a estudiar las remesas en el año 2000 que no hemos registrado un aumento de dos dígitos», declaró el gerente del FOMIN, Donald Terry.

 «Esto se explica mayormente porque los dos principales destinatarios de las remesas en la región, México y Brasil, no siguieron las tendencias pasadas», argumentó.

 Según el estudio, que se presenta bajo la pregunta «¿Una curva en el camino o una nueva dirección?» en los flujos de remesas, México recibió solamente 1% más envíos el año pasado que en 2006, para un total de 23.900 millones de dólares.

 En el caso de Brasil, los envíos de dinero de brasileños en el extranjero bajaron 4% en 2007, a 7.100 millones de dólares.

 El contraste entre estas cifras y las correspondientes al resto de la región es abrumador, con 12% de aumento para el resto del subcontinente si se extraen de la muestra Brasil y México.

 Las explicaciones del FOMIN sobre estas disparidades varían según el caso.

 Para el ejemplo mexicano, «el refuerzo de normas estatales y locales de inmigración (en Estados Unidos), unido a una desaceleración de la economía norteamericana, parecería tener un impacto significativo en la capacidad de enviar dinero a casa de muchos inmigrantes», señala el estudio.

 El FOMIN señala además una «preocupación cada vez mayor de que la disminución de remesas a México esté acelerándose», toda vez que en enero pasado se registró un descenso de 6% en los envíos con relación al mismo mes del año 2007.

 En el caso de Brasil, según el FOMIN, la caída del monto de remesas se debe a que el crecimiento de la economía brasileña durante los últioms años bajó la «presión de mudarse al extranjero», y a que el debilitamiento del dólar ha hecho bajar el valor de los envíos desde suelo estadounidense.

 Los números del BID estiman en 12,400 millones de dólares las remesas para Centroamérica en 2007, cifra idéntica a los envíos hacia los países andinos, y superior a las remesas hacia las naciones del Caribe, que alcanzaron los 8.100 millones de dólares.

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Un contraste abrumador

El contraste entre estas cifras y las correspondientes al resto de la región es abrumador, con 12% de aumento para el resto del subcontinente si se extraen de la muestra Brasil y México.

 Las explicaciones del FOMIN sobre estas disparidades varían según el caso.