Los dominicanos tienen una confianza en el país ligeramente por encima del promedio de América Latina.
Pero de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tanto para la República Dominicana como para el resto de la región las cifras son muy bajas y deben mejorar para impulsar la recuperación postpandemia.
Advierte que la desconfianza reduce el crecimiento y la innovación; pues la inversión, la iniciativa empresarial y el empleo florecen cuando las empresas y el gobierno, los trabajadores y los empleadores, los bancos y prestatarios, así como los consumidores y productores confían unos en otros.
En República Dominicana un 15.07% de la población confía en la mayoría de las personas, el promedio regional es 12.85%. La cifra más baja la obtiene Brasil 4.69%, y la más alta Uruguay con 21.08%, revelan los resultados del informe del BID “Confianza: la clave para la cohesión social y el crecimiento en América Latina y el Caribe”.
Nueve de cada diez personas en la región desconfían del prójimo y también existe un civismo débil, según indica el estudio.
El BID detalla que la confianza en la región es menor que en cualquier otra parte del mundo y son una cuarta parte de niveles en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El BID destaca que fortalecer la confianza es fundamental para que el sector empresarial se vuelva más dinámico y se realicen las reformas económicas necesarias para potenciar la recuperación post-Covid.
Informe del BID
El informe llama a convertir este desafío en una oportunidad para abordar algunos de los desafíos de desarrollo más urgentes en la región, como los bajos niveles de productividad e innovación, el retraso en materia de inversiones y los elevados índices de informalidad y evasión impositiva.
“Para lograr una mayor confianza en América Latina y el Caribe se requiere una agenda integral de reformas que genere un círculo virtuoso que se refuerce a sí mismo. Ya sea en el sector público o en el privado. Una conducta más confiable y cívica generará mejores resultados en el terreno: los ingresos del gobierno aumentan cuando los funcionarios fiscales son más confiables”, explica.
Entre las reformas recomendadas para aumentar la confianza y el civismo se encuentra en primer lugar eliminar asimetrías de información y de poder. Entre estas: mejorar la educación para todos; eliminar las barreras legales/administrativas al recurso individual; aumentar las oportunidades de participación y fortalecer los partidos, las elecciones, las organizaciones de la sociedad civil; para las empresas crear incentivos y fortalecer las oficinas de crédito, las instituciones de vigilancia externas y reguladores.