BRASILIA  (AFP) .- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está interesado en promover el uso del etanol (alcohol combustible) y el biodiesel en América Latina, aseguró ayer jueves el presidente de la institución, Luis Alberto Moreno. “La energía es el tema del mundo, con una inmensa potencialidad en este continente”, declaró tras una reunión con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en la que discutieron los proyectos del BID en la región y la cuestión energética.

Moreno y el ministro brasileño de Planificación, Paulo Bernardo, firmaron este jueves los memorandos de acuerdo para la celebración de la 47ª Asamblea de Gobernadores del BID en Belo Horizonte (sureste) del 3 al 5 de abril próximos. Brasil, que ya produce etanol y biodiesel, “tiene mucho que enseñar” a la región sobre el tema, y el BID está interesado en promover ambos combustibles, alternativos a los derivados del petróleo. “Muchos países sudamericanos y del mundo quieren ver muy de cerca la experiencia de Brasil” en etanol y biodiesel, indicó.

Por otra parte, afirmó que la iniciativa de construir un gasoducto entre Venezuela, Brasil y Argentina “es un proyecto que tiene varias fases, y cuando se trate de mirar no solamente los estudios sino también el financiamiento, el BID por supuesto que estará presente”.

Anunció que “está en discusión entre los accionistas del Banco cómo se debe hacer, tanto en los aspectos económicos y jurídicos”, para hacer efectiva la decisión de condonar la deuda que Bolivia, Nicargua, Guyana, Honduras y Haití mantienen con el BID por 3.500 millones de dólares. Moreno opinó que la apreciación de monedas latinoamericanas en relación al dólar, en especial el real brasileño, “es el resultado del éxito de muchas economías latinoamericanas”.

Auguró que “en la medida que haya tanto éxito en nuestros países, seguramente seguirá existiendo interés en mirar muy de cerca estas economías y los flujos de inversión deben seguir aumentando”.

Bernardo, presente también en la rueda de prensa, reveló que se habló con Moreno de “la posibilidad que el BID participe en grandes obras de infraestructura y de transporte” en Brasil, como la construcción de una usina hidroeléctrica en el río Madeira, en la región amazónica.