Por MARIEN ARISTY C.
Para tener un gobierno efectivo y que impulse el desarrollo es indispensable que se controle el gasto y se coordinen las políticas públicas que desempeñan las instituciones del Estado, de manera que no se dispersen los recursos y se maximicen los resultados, según lo planteó ayer Roberto García López, del Programa de Implementación del Pilar Externo del Plan de Acción a Mediano Plazo para la Efectividad del Desarrollo (PRODEV).

En cuanto a las principales trabas que tiene el desarrollo, García resaltó el que cambien a todos los técnicos de los ministerios  cada vez que un partido político distinto asume la administración del Estado: con ello solo se consigue el atraso, indicó, porque a cada cambio de gobierno hay que comenzar desde cero.

Citando otras medidas indispensables para avanzar, García mencionó el fortalecimiento de la institucionalidad y la democracia participativa, el manejo transparente de los sistemas de compras, la realización de auditorías, el desarrollo de leyes económicas y financieras, la rendición de cuentas y una buena administración de la deuda.

Respecto a los presupuestos, resaltó García, se requiere una planificación estratégica que tenga en cuenta cuáles serán los objetivos que alcanzará el gobierno durante todo el tiempo de gestión.

Esto implica transparentar los presupuestos y establecer una ejecución por programas, lo que significa que las partidas se asignarán al proyecto a ejecutar sin importar la cartera que lo llevará a cabo. De esta manera, puntualizó, será más fácil determinar cuáles son los resultados obtenidos.

Tras indicar que el PRODEV lo que busca es impulsar estas prácticas, García explicó que el programa es llevado a cabo por el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID).  La inversión que se realiza en  este programa es de US$30 millones.

Una Gestion eficaz

Un gobierno efectivo, estableció García, es aquel que logra resultados colectivos y sostenibles de desarrollo en función de objetivos predefinidos. Además, que dispone de herramientas para medir el progreso hacia los resultados.

El primer paso para lograr este objetivo es identificar los factores que limitan o condicionan la capacidad de gestión del sector público, que tan básicos como el clima o el territorio; o culturales, tales como el idioma y religión.

Continuando con las condicionantes  que frenan la eficiencia, García dijo que hay algunos institucionales, tales como el que exista una verdadera democracia y se cumplan las leyes; e instrumentales, que tienen que ver con la gestión financiera y la planificación estratégica de las políticas públicas.

Otro aspecto que  se debe tomar en cuenta es la coordinación entre las políticas macroeconómicas y las sectoriales, de manera que los resultados no solo se queden en lo macro; así como lograr que los funcionarios se midan por los  resultados que alcanzan y establecer su salario en función de ello.

Pero un modelo de gestión gubernamental moderno también debe cambiar su visión en cuanto a la gente: en lugar de tratar a todos los usuarios de los servicios públicos por igual, tiene que verlos como si fueran clientes, es decir, con necesidades particulares.