CIUDAD DEL VATICANO .—  El vicepresidente de Estados Unidos, quien perdió un hijo por cáncer el año pasado, aseguró el viernes que el cáncer es un flagelo sin fronteras y pidió un compromiso mundial para financiar la investigación contra la enfermedad.

Joe Biden, quien es católico, aprovechó su presencia en una conferencia del Vaticano sobre medicina regenerativa para instar a filántropos, corporaciones y gobiernos para que aumenten los fondos y el intercambio de información con el objetivo de “acabar con el cáncer como lo conocemos”.

Dijo que el mundo está en la cúspide de avances sin precedentes, pero que todavía no ha hecho lo suficiente.    “El cáncer es una emergencia constante”, declaró Biden. “El cáncer no es un problema nacional, es un problema internacional. Es un problema humano. Afecta a todas las razas y a todas las religiones”, agregó.

 El papa Francisco habló justo después de Biden, un gesto que según los asesores del vicepresidente fue un regalo especial para el funcionario estadounidense. El pontífice pidió que se garantice que todas las personas tengan acceso a la atención médica contra el cáncer, haciendo hincapié en la necesidad de luchar contra un sistema que da prioridad a las ganancias monetarias sobre la vida humana.

“La investigación, tanto en el mundo académico como en la industria, requiere una atención constante a las cuestiones morales si ha de ser un instrumento que proteja la vida humana y la dignidad de la persona”, dijo Francisco.

La conferencia se realizó en un adornado auditorio en Ciudad del Vaticano al que llegaba la luz a través de los vitrales.    Antes de subir al escenario, el papa saludó en privado a Biden en una habitación anexa, donde ambos intercambiaron regalos pequeños, dijo la Casa Blanca.