Washington (Usa), 31/08/2021.- US President Joe Biden delivers remarks on the end of the war in Afghanistan, in the State Dining Room of the White House, in Washington, DC, USA, 31 August 2021. The last military flight took off from Kabul airport completing the US evacuation from Afghanistan and ending America's longest war after almost twenty years. (Afganistán, Estados Unidos) EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
Fin de guerra. Habla presidente EU
Ya que la opción era “retirarse o aumentar” el número de soldados. Dijo el presidente en un discurso para toda la nación
El presidente de EE.UU., Joe Biden, defendió este martes su decisión de no prolongar la presencia de las tropas en Afganistán más allá del 31 de agosto, ya que la opción era “retirarse o aumentar” el número de soldados.
El mandatario dio un discurso a la nación un día después de que las fuerzas estadounidenses pusieran punto final a su repliegue del país centroasiático, tras 20 años de guerra, el conflicto más largo de la historia de EE.UU.
Biden utilizó esta intervención para justificar los pasos adoptados, ante el aluvión de críticas que ha recibido por la gestión de la retirada y por haber “dejado atrás” a por lo menos un centenar de civiles estadounidenses en Afganistán. “Yo no iba a extender esta guerra eterna y no iba a prolongar una salida eterna”, sentenció Biden, con tono firme, de comandante en jefe de EE.UU., desde la Casa Blanca.
Aseguró que optó por sacar a las tropas siguiendo “la recomendación unánime” de sus asesores militares y civiles, entre los que citó a los secretarios de Estado, Antony Blinken, y Defensa, Lloyd Austin, y al jefe del Estado Mayor, general Mark Milley.
Además, afirmó que estaba entre la espada y la pared por el acuerdo alcanzado en febrero de 2020 entre la Administración de su predecesor, Donald Trump (2017-2021), con los talibanes por el que se pactó el repliegue de EE.UU.
EEUU tuvo que acelerar salida
Biden asumió la responsabilidad de la decisión de la retirada y explicó que la fecha límite del 31 de agosto para la salida de todos los soldados de Afganistán “no era un plazo arbitrario, sino que estaba diseñado para salvar vidas estadounidenses».
EE.UU. se vio obligado a acelerar la salida de sus ciudadanos y de sus colaboradores afganos a mediados de agosto, ante el rápido avance de los talibanes.