Hoy 
El Presidente de la República de China, Chen Shui-bian, se encuentra desde ayer en la República Dominicana. Se trata de una visita oficial de tres días que consolida aún más los fuertes lazos de amistad y cooperación entre ambas naciones.
En el plano particular, esta visita nos honra, pues espontáneamente el Presidente Chen ha incluido en su agenda una visita a este diario. Es un gesto que valoramos y agradecemos profundamente.
La República de China, cuyo progreso industrial y tecnológico es una referencia de medición a la hora de calibrar las economías del mundo, ha sido un generoso colaborador con la República Dominicana.
Su cooperación técnica y económica ha permitido la realización de obras y programas de mucha importancia para el desarrollo económico y social. El intercambio ciertamente ha sido fructífero para el pueblo dominicano.
Es fácil pronosticar que de esta visita del Presidente Chen y sus distinguidos acompañantes, de las reuniones y actividades incluidas en la agenda de su estada, se derivarán resultados altamente positivos para la República de China y la República Dominicana.
Hay numerosos campos, como el del desarrollo de fuentes no convencionales de energía, en los cuales la cooperación de la República de China sería muy útil para los dominicanos.
La República Dominicana valora en su justa dimensión esta visita.
Y en nuestro caso particular, sinceramente nos honra.
Bienvenido a casa, Presidente Chen.
Fernando Amiama Tió
En la historia del rescate de las libertades públicas y la instauración de la democracia en nuestro país, el nombre Fernando Arturo Amiama Tió tiene un espacio muy bien merecido. Su deceso se produjo ayer, a la edad de noventidós años.
Este petromacorisano asumió, a dúo con su hermano Luis, la lucha por encaminar a la República Dominicana por senderos de libertad, con los riesgos que esta línea de conducta imponía en los tiempos de Rafael Trujillo.
Ejerció el periodismo en el diario La Opinión por los años treinta y también fue poeta. Escribió versos que despertaron interés y elogios de Joaquín Balaguer, quien en ocasiones le hacía leerlos.
Desempeñó funciones públicas de importancia, entre ellas la de canciller en 1967 y más adelante secretario de Trabajo y secretario sin cartera, durante los mandatos de Balaguer. Del último de estos cargos renunció en 1972 para enfrentar los propósitos continuistas del líder del Partido Reformista, para lo cual formó con su hermano Luis el Grupo Independiente Amiama Tió (GIATT), que se sumó a los grupos políticos que formaron el denominado Bloque de la Dignidad Nacional, que orientó Juan Bosch antes de su renuncia del Partido Revolucionario Dominicano.
Fue legislador, llegando a presidir la Cámara de Diputados.
En fin, Fernando Arturo Amiama Tió fue un testigo de primera línea de acontecimientos muy importantes de la historia dominicana.
Descanse en paz.
