Hoy 
Quienes visitaron la casa de Lily Luciano y Ronny Mateo antes y la visitan ahora, saben que las cosas ya no son iguales. Ahora los gestos, los mimos y las conversaciones giran en torno a Lelia Avril, el retoño de esta pareja.
Y es que a sus 16 días de nacida esta bebé ya ha cambiado la vida de sus padres.
Ha sido un cambio de 360 grados. Actividades tan sencillas como dormir y bañarme han variado, pues ahora debo calcular el tiempo y hacer esto cuando la bebé duerme. Además debo alimentarme bien porque estoy lactando y no perfumarme, pues le puede hacer daño a Avril, nos cuenta Lily.
El cambio también ha sido grande para Ronny Mateo, el esposo de Lily y orgulloso padre de Avril, quien nos cuenta que ahora desde que sale del trabajo coge para su casa, pues está loco por ver a su hija y darle apoyo a la nueva mamá.
Un reto, una aventura
Al igual que Lelia Avril, Lía Vanessa ha cambiado mucho la vida de sus padres.
Estos primeros 16 días con Lía han sido maravillosos. Pero todavía nos estamos acostumbrando a ella y conociéndola, señala una Caroll Mueses muy risueña.
La adaptación que viven tanto los padres de Lía como los de Avril es normal. La llegada de estas nenas es tan reciente que todavía las palabras mamá, papá e hija no tienen mucho sentido para ellos.
A veces cuando estamos mi mamá, Avril y yo juntas me parece que ella es mi hermanita, que es hija de mami y no mía, dice Lily.
Aunque por otro lado el sentimiento filial de sentirse responsable de estos seres pequeños y frágiles ya los embarga a todos.
Caroll y yo estamos planificándonos para darle todo el amor y las atenciones del mundo a nuestra hija, y parte de esto es tener una relación sólida, estable, dice Luna, padre de Lía.
Mientras que a Ronny y a Lily les preocupa la inseguridad ciudadana y sueñan ver crecer a su pequeña sana, feliz y educada. Pero rápidamente vuelven al presente, en el que el amor, la ilusión y la alegría son las emociones dominantes. Sentimientos comunes cuando se está viviendo la inigualable experiencia de ser padre y madre.
