Bienvenido Alvarez Vega – A un detractor coyuntural del voto preferencial

Bienvenido Alvarez Vega – A un detractor coyuntural del voto preferencial

Quiero compartir con los lectores que nos honran con la lectura de esta columna la respuesta que el talentoso profesor universitario y escritor Tirso Mejía-Ricart enviara a este diario para refutar un articulo nuestro titulado “Una ley para los grupos del PRD”.

Yo hubiera preferido que el distinguido intelectual se hubiera referido en su refutación al contenido de mi artículo, que se concentraba en comentar las revelaciones hechas por Eligio Jáquez, coordinador del PPH, sobre cómo fue gestándose el proyecto de ley del voto preferencial o ley de lemas, hasta que se transformó en una respuesta exclusiva a los problemas internos de los perredeistas. Lamento que el doctor Mejía-Ricart se limitara a repetir lo que ha venido diciendo en periódicos y en programas de radio y televisión y que, de ñapa, lanzara esas tonterías de aliados del PLD y enemigos del PRD y del Presidente Mejía.

Yo me siento y actúo como aliado de las ideas que forman parte de los valores democráticos, de la democracia occidental, y las apoyo donde quiera que estén, sin importarme si las enarbola tal o cual partido político. Y también, como es lógico, desapruebo todo aquello que, como esta ley de lemas, estimo que es una desnaturalización del sentido de legislar y un abuso del poder legislativo que ostenta un grupo del PRD.

Por supuesto, reconozco el derecho que tiene el doctor Mejía-Ricart de promover y presentar su iniciativa como un mecanismo dirigido a mejorar la democracia dominicana, pero yo no creo que los sustentadores de este proyecto de ley busquen precisamente eso.

Pero es mejor que leamos lo que nos responde el profesor Mejía-Ricart, que es lo que sigue a continuación:

La verdad es que los dirigentes y aliados del PLD, y los enemigos del PRD y del Presidente Hipólito Mejía, parece que han descubierto que el Proyecto de Ley del Voto Preferencial Presidencial que cursa en las Cámaras Legislativas, amenaza con quitarle un triunfo electoral que creían en la nevera y han decidido apelar a los argumentos más inverosímiles y a toda clase de presiones para evitar que el 16 de mayo haya tres partidos en condiciones de igualdad para luchar por la Presidencia de la República; y no como ahora que hay dos virtualmente impedidos de competir. Uno de los comentarios que me llama la atención, porque menciona mi nombre. Es el del talentoso Director Ejecutivo del Periódico “Hoy” Bienvenido Álvarez Vega, aparecido en ese periódico la pasada semana. Por esa razón paso a comentarlo.

La columna de Alvarez Vega tiene el sugerente título de “Una Ley para los Grupos del PRD”, que al parecer se refiere a uno mío que el Director General de ese diario, el amigo Cuchito Álvarez tuvo la amabilidad de autorizar su publicación, para que los muchos lectores de ese diario tuvieran la oportunidad de leer “la otra campana”; pero que al parecer un osado titulador decidió cambiar su título, sustituyendo el original: “El Voto Preferencial como Estrategia para Democratizar los Partidos Políticos” por el más escueto y poco revelador de “El Voto Preferencial”.

En realidad, a diferencia de lo que afirma Alvarez Vega, la propuesta del Voto Preferencial se desarrolló inicialmente a partir de cuatro nuevas realidades políticas que se pusieron de manifiesto al finalizar el pasado siglo XX, a saber: a) La introducción de las circunscripciones electorales en virtud de la Ley 275-97, que logramos con el apoyo del PRD y parte del PRSC en 1997, b) La imposición de candidaturas a Diputados y Regidores por las cúpulas partidarias en las elecciones del 1998, en las que yo mismo fui elegido Diputado con el viejo sistema obsoleto y antidemocrático que prestablecia los candidatos que iban ganar o a perder, por el orden en que eran colocados en las listas, c) La imposición de la candidatura oficialista del PLD a la Presidencia de la República en 1999, y d) La desaparición física entre los años 1998 y 2001 de los lideres carismáticos que habían resumido y dirigido los tres grandes partidos dominicanos, que ponía en peligro su estabilidad por la carencia de mecanismos de arbitraje interno, lo que podría dar al traste con esas organizaciones vitales para la democracia representativa, son sus consecuencias previsibles lo que podría afectar la gobernabilidad del estado dominicano y su población.

Fue a partir de entonces, tan temprano como en agosto del 2001, precisamente en el curso de un seminario organizado por Participación Ciudadana acerca de las circunscripciones electorales, cuando propusimos formalmente el Voto Preferencial para elegir a los diputados y los regidores, incluso con proyectos de boletas, como puede comprobarse fácilmente leyendo la publicación que se hizo con las ponencias presentadas en ese evento. Como puede recordarse, esa propuesta fue respaldada con entusiasmo por Participación Ciudadana, la FINJUS y otras instituciones de la sociedad civil.

Contrariamente a lo que pretende demostrar Bienvenido en su articulo de marras, en esa ocasión tuvimos que enfrentar la feroz oposición de la alta dirección del PRD y de parte de su sector femenino, que fue inducido a creer falsamente que dicho proyecto le restaba su derecho adquirido a nominar la tercera parte de las candidaturas, cuando en realidad lo que éste hacia era protegerlo, ante una elección por circunscripciones pequeñas que dejaba poco espacio para que tres candidatos de un mismo partido ganaran una elección, como en el sistema antiguo.

El Voto Preferencial para los Diputados fue aprobado al fin por la JCE apenas en diciembre del 2001 y su constitucionalidad confirmada por la Suprema Corte de Justicia ante un recurso incoado por el Diputado José Rijo en el mes de febrero del 2002, tres meses antes de las Elecciones; aunque la JCE dejó para el 2006 la utilización del mismo sistema para los Regidores por razones logísticas, ya que esto implicaba registrar y fotografiar a miles de candidatos para ese nivel electoral.

Después seguimos con una propuesta de Elecciones Primarias simultaneas para los candidatos a la Presidencia, Senadores y Síndicos, es decir, para tres cargos uninominales de elección popular. En ese caso compartí estas ideas con varios dirigentes de partidos de oposición y el propio Senador por el Distrito Nacional del PLD, José Tomás Pérez, llegó a ofrecerse para introducirlo en el Senado con José Hazim y un Senador perredeista, pero yo preferí seguir mí línea jerárquica, es decir el Poder Ejecutivo, desde donde por una razón inexplicable se envió al Senado ya en enero del 2003, cuando ya el PRSC había hecho por si mismo unas elecciones primarias que dividieron en dos a ese partido y el PLD ya tenia fijadas las suyas para poco después; por lo cual hubo que dejar el proyecto sobre la mesa en esa Cámara Legislativa.

Independientemente de que ya en 1985 había sugerido el establecimiento de la Ley de Lemas en el País, para evitar la amenaza de división en el PRD en ese año y que azotaría también al PLD en el 1990, comenzamos a proponer el Voto Preferencial Presidencial desde inicios del 2003 y publique en el periódico “Listin Diario” dos artículos en Julio y Agosto de ese año, el que también expliqué en el programa radial “El Gobierno de la Mañana” por la emisora Z-101. Paralelamente o aun antes, Milagros Ortiz Bosch propició una Ley de Lemas hacia el interior del Partido, pero estas iniciativas no lograron el respaldo necesario en el ámbito político, sino hacia el mes de noviembre con la celebración del CEN y la convocatoria a una “Convención Plebiscitaria para el PRD. Mientras estuve fuera del país el Diputado Henry Sarraf presentó un Proyecto de Ley de Lemas para el Presidente de la República y los Senadores al iniciarse año 2004.

Por supuesto, que no vamos a negar que esta reforma electoral, como casi todos los cambios políticos, económicos y sociales del mundo, solo se producen cuando coinciden ideas, intereses y sentimientos de grupos sociales importantes, en este caso del PRD y el PRSC y calladamente algunos del PLD, porque en este caso tiene la virtud de democratizar y darle participación al electorado, léase la sociedad civil sin intermediación de las cúpulas empresariales e intelectuales que muchas veces hablan en su nombre sin delegación real de funciones.

Los demás es hipocresía barata que no compartimos y yo me siento satisfecho de participar en este nuevo proceso de reforma.

No fue por lo tanto “después” que vino mi razonamiento de presentar el Voto Preferencial como concebido para buscarle solución a la crisis de los partidos políticos, sino que se trata de una historia larga y verídicas, fácilmente comprobable con documentos.

“Lo veraz, lo cierto, lo que corresponde a la verdad”, – para plagiar el pleonasmo de mi amigo Alvarez Vega – es que esta reforma electoral propuesta es otro paso hacia la democratización del sistema electoral dominicano, como lo será la separación de la votación para senadores y diputados; y de síndicos y regidores; y perfectamente coherente con la posición que hemos tenido en nuestra historia política. Los que tienen que revisarse son los peledeístas y sus amigos periodistas o que se han dejado confundir por su propaganda, que tendrán que explicar porqué acogieron con tanto entusiasmo el Voto Preferencial para diputados y regidores, en tanto ahora pretenden satanizar el Voto el Presidencial, cuando éste es con mucho más representativo y directo, de cabo a cabo, que el anterior, porque tanto en la primera como en la segunda vuelta, para que un candidato pueda ser electo debe recibir más de la mitad de los votos validos individualmente. En este caso los que han cambiado con la coyuntura son Alvarez Vega, el PLD y algunos de sus amigos de la cúpula de la llamada sociedad civil. Amén…

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