Bienvenidos

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Miles de dominicanos han llegado al país en estos días para celebrar la Navidad junto a sus seres queridos. Se trata de una tradición que ha sobrevivido a todos los cambios experimentados por la celebración de esta festividad de gran importancia en la historia de la humanidad.

Mayormente, vienen para esta época personas que dedican su esfuerzo a un trabajo productivo que tiene entre sus objetivos mejorar la calidad de vida de sus familiares en el país.

Entre estos viajeros están los sustentadores de una buena proporción de nuestra economía, cosa que logran convirtiendo en remesas periódicas el fruto del sudor de su frente. A la hora de pasar balance al PBI, hay que quitarse el sombrero ante el «dominicano ausente».

La mejor bienvenida que podemos tributarle a estos «dominicanos ausentes» es un recibimiento cálido y una estada placentera.

En cada familia, los miembros residentes aquí deben esforzarse porque aquellos que han venido a pasar la Navidad sientan el calor humano que podría faltarles en la distancia.

Eso se logra por medio del disfrute sano, libre de desenfreno y evitando en todo momento la mezcla letal de alcohol, gasolina y velocidad.

Contribuye también, grandemente, el evitar que los niños manipulen los denominados «fuegos artificiales», que de tales no tienen ni pizca y que tantas mutilaciones y dolor han provocado en este país.

Nuestra bienvenida y que tengan una grata estada estos dominicanos «ausentes», pero que están siempre presentes entre su gente.

Escasez de agua

Un número considerable de barrios y comunidades de la provincia Santo Domingo han estado padeciendo desde hace varios días una verdadera crisis de abastecimiento de agua.

La situación se atribuye a roturas de tuberías matrices provocadas durante las excavaciones relacionadas con el Metro de Santo Domingo y la avenida ribereña de los ríos Isabela y Ozama.

La situación ha obligado a mucha gente a tener que comprar agua y a afrontar grandes molestias para tratar de cubrir sus necesidades del líquido.

La escasez aumenta considerablemente los riesgos de uso de aguas contaminadas, debido a su manipulación generalmente ajena a normas de higiene adecuadas.

Mientras duren las reparaciones de estas tuberías, es necesario que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo garantice abastecimiento a los barrios afectados por medio de camiones cisterna.

Aspiramos a que las reparaciones sean hechas con la premura que amerita un caso tan delicado como la falta de suministro de agua potable a decenas de barrios y comunidades.

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