Bienvenidos a la lista

Bienvenidos a la lista

¿Cuál es la lista definitiva de los nombres de los funcionarios que contribuyeron a elevar el costo de obras públicas al percibir sobornos de la Odebrecht? Rossy, mi esposa, me ha dado a conocer tres listas recibidas por vía digital. Me leyó nombres y, atrevido yo, en cada una de las lecturas hechas por ella, decanté nombres. El diario HOY y diversas personas a través de otros medios de comunicación social, advirtieron la ocurrencia de esta dispersión de listados. Es natural, porque cuando no existe un flujo informativo adecuado, el rumor callejero pone donde no hay y quita conforme conveniencia de quien quita y pone.
Es una lástima que se pierda el tiempo en estas minucias. Porque todos sabemos, por la experiencia vivida, que ninguno de los tan fácilmente enriquecidos, se verá la cara con ningún Juez. Antes cae preso quien roba una rueda de salchichón que quien birla millones al Estado Dominicano. Como sabe todo el mundo, el Estado Dominicano, por ser de todos, no le duele a nadie.
Es también una lástima, porque a través de la ya internacionalmente requeté famosa Odebrecht, los estados unidos de Brasil vivieron una época de gran prosperidad. Odebrecht y Andrade Gutiérrez, dos empresas constructoras brasileñas, ponían las obras, la banca pública de desarrollo de Brasil ponía el dinero y los países contratantes ponían la mano de obra y las manos ansiosas de pronto enriquecimiento. Como mucho. Por cuanto puede advertirse, el procedimiento no era malo. Pero fue maleado.
Un procedimiento similar –sin el aura de la corrupción- propusimos hace alrededor de veinte años, para aplicar en Haití. República Dominicana, dijimos entonces, ponía salud, educación y árboles, Haití ponía mano de obra y los organismos multilaterales ponían el dinero. Organismos multilaterales no han acabado de poner esos recursos, los dominicanos hemos puesto lo dicho pero en nuestro territorio, y los haitianos se han reído de nosotros. Porque además de recibirlos en los hospitales dominicanos y dejarlos cortar nuestras matas hasta en montes propios de reservas nacionales, hemos aguantado el sanbenito de esclavizantes.
Cuando aquello propusimos, buscábamos aliviar la situación de Haití. También queríamos se abriese una frontera a la ocupación de profesionales dominicanos. Parte de éstos, sobre todo en el área de la Ingeniería Civil, encontró modos de satisfacer sus propósitos en Haití. Pero no a la manera dominicana, sino de organismos multilaterales, que mucho cortaron y recortaron de lo poco desembolsado en Haití.
Con la experiencia brasileña de por medio, es poco cuanto puede resucitarse de aquella propuesta. Ahora, a la espera de la lista real de los sobornados, muy poco han ganado los dominicanos. Bueno, han afianzado el mote de corruptos.

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