Bill Clinton, un maestro de las Relaciones Públicas

Bill Clinton, un maestro de las Relaciones Públicas

El recientemente editado libro “My Life”, escrito por el ex Presidente Bill Clinton y convertido casi automáticamente en un “best seller” ha revelado ser no sólo un interesante documento sobre su vida y su paso por el gobierno de los Estados Unidos, sino que refleja la importancia que este personaje le ha conferido siempre al recurso de las relaciones públicas en todos los actos de su vida frente al público.

Tanto Clinton como su esposa Hillary han demostrado la fuerza que tiene el uso correcto que se le debe dar a esta herramienta tanto cuando se está disfrutando de los beneficios de una imagen sólida y bien aceptada frente al público que le concierne, como cuando por múltiples razones se haya perdido la buena voluntad de una mayoría de la gente.

Los que en el mundo tuvieron la oportunidad de seguir las informaciones que se dieron sobre el particular a través de los más diversos medios de comunicación pudieron observar el detalle de que antes del lanzamiento oficial de la publicación, el ex presidente llevó a cabo una consistente labor de relaciones públicas matizada por un uso racional de los medios de comunicación y con puntuales presentaciones personales entre otras actividades.

Este segundo éxito de dimensión global logrado por Clinton en base a una bien coordinada campaña de reforzamiento de su imagen pública viene precedida del también exitoso esfuerzo de comunicación y defensa de sus cuestionadas acciones personales que llevara a cabo en los años finales de la década de los noventa durante su estancia como Presidente de la Unión Norteamericana en la Casa Blanca.

Así lo atestigua el artículo que sobre el particular escribiéramos para este periódico el domingo 31 de Enero de 1999, bajo el titulo de: “Mónica, Clinton, Hillary y las Relaciones Públicas”.

En esa oportunidad destacamos: “La senda transitada por el proceso seguido al Presidente de los Estados Unidos en el sonado caso Clinton Lewinsky, ha dejado grandes lecciones en el campo jurídico y más allá a muchos sectores en el propio país norteamericano y en otras latitudes de este pequeño globo terráqueo en que vivimos. La persecución desatada por los republicanos contra el mandatario por sus errores de conducta personal, a quien evidentemente éstos no aprecian en lo más mínimo, le ha obligado a buscar la más elevada asistencia legal al tiempo de hacer uso de los más afinados recursos de comunicación y relaciones públicas en los cuales Clinton ha demostrado ser un consumado maestro”.

“No podríamos afirmar que estamos haciendo un gran descubrimiento si decimos que el Presidente Norteamericano permanece aún en su posición gracias a un inteligente manejo público que ha hecho de sus grandes logros al frente de esa nación en los últimos seis años. Su indiscutible fortaleza como excelente comunicador y su equipo de apoyo en las relaciones públicas o ‘marketing de su imagen’ le han permitido salir airoso en más de un lance o dificultad política provocado por otros o auto infligido como en esta ocasión, provocando sin quererlo una resultante que bien ha de tomarse como ejemplo de un manejo oportuno y eficiente de la forma en cómo de cara al público se puede revertir una tendencia de opinión generalmente desfavorable y ponerla a trabajar en su favor”.

Clinton vs. los republicanos

“No sabemos a ciencia cierta a qué cerebro atribuir el éxito que hasta ahora ha venido teniendo para el Presidente el curso de las acciones tomadas dentro de este esquema frente a sus enconados contradictores del Partido Republicano. Unos lo atribuyen a la sagacidad del propio Presidente Clinton. Otros lo achacan a la incuestionablemente superior inteligencia de la Primera Dama Hillary Rodhamn Clinton. Mientras, hay otros que lo ven como la resultante de una combinación de los intereses de ambos personajes que ha creado una silenciosa simbiosis de inteligencia compartida que los ha beneficiado políticamente a través de los años”.

“La prueba más palpable de este aserto lo constituye la declaración que recientemente emitiera el señor Pat Robertson, reconocido líder del ala más conservadora de la organización político religiosa denominada Christian Coalition, cuando refiriéndose al juicio que se sigue al Presidente en el Senado de los Estados Unidos manifestó que en lo que a él respecta el caso lo daba por terminado ya que en el campo de las relaciones públicas Clinton y su equipo habían ya salido vencedores. Una declaración que habla muy bien de la importancia de este recurso cuando se utiliza adecuada y eficientemente a favor de una causa, por perdida que esta pudiera parecer en sus inicios”.

“Lo cierto es que si no hubiese sido por los evidentes éxitos económicos alcanzados por Norteamérica durante los seis años de su gobierno y al manejo extraordinario que han hecho del recurso del ‘marketing de la imagen’ y las relaciones públicas, posiblemente el Presidente Clinton hubiese estado ya retirado de la política en su pequeña Arkansas, tal vez escribiendo sus memorias o ganando muchos millones de dólares dictando charlas y conferencias a través de un mundo globalizado, que al parecer es el escenario ideal para las personas cuyo perfil cuenten con los atributos que han hecho tan famosos a esta impresionante pareja de la política de estos tiempos”.

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