NUEVA YORK. AFP. El 27 de junio será el último día a tiempo completo de Bill Gates en Microsoft, el grupo que fundó hace 33 años y transformó en imperio mundial de la informática.
Como anunció en junio de 2006, Bill Gates seguirá siendo presidente no ejecutivo del consejo de administración, pero dedicará su tiempo a su fundación humanitaria. Dejará totalmente las riendas de Microsoft a su fiel amigo Steve Ballmer, a quien conoce desde sus tiempos de Harvard, y que desde 2000 dirige al grupo como presidente ejecutivo. Pero el retiro de Gates ocurre en un momento delicado para el gigante estadounidense, cuyo modelo económico, los programas informáticos pagos, se muestra vulnerable.
El grupo acaba de perder la oportunidad de comprar Yahoo!, número dos del mundo en materia de publicidad en Internet y debe encontrar otras vías para desarrollarse en ese sector.
Una diversificación decisiva, ya que el futuro es incierto para sus dos principales fuentes de ingresos: el sistema operativo Windows, que hace funcionar a más del 90% de los ordenadores del mundo, y los programas Office (Word, Excel, Powepoint). Esos productos le suponen la casi totalidad de su beneficio operacional.