Por Andrew Bounds
En Bruselas

La carrera de Europa a favor de los biocombustibles podría acelerar la destrucción de las selvas tropicales, admitió la Comisión Europea.

El ejecutivo del órgano de la Unión Europea dijo que la decisión del bloque de 27 miembros de incrementar diez veces su consumo de combustible para vehículos producido a partir de vegetales en 2020 con el objeto de reducir las emisiones de gas de invernadero incrementaría la presión sobre territorios vírgenes, en particular, Asia.

Sin embargo, dijo que está trabajando para establecer un mínimo de estándares par los combustibles sostenibles.

Crhis Davies, un miembro del parlamento británico del Partido Liberal cuya interrogante generó la respuesta, arrojó dudas sobre la eficacia de una política de tal naturaleza.

Dijo: En el intento por resolver un problema, corremos el riesgo de crear otro, y empeorar las cosas. La destrucción de las selvas es un factor principal que contribuye al calentamiento global y sería ridículo promover esta pérdida para saciar nuestra sed de combustibles.

“Cualquier plan de certificación tendría que tratarse con la mayor sospecha. No hemos sido capaces de parar el suministro de las selvas de madera talada ilegalmente, por lo tanto, ¿cómo vamos a tener confianza en que los certificados de sostenibilidad valdrán el papel en el que están escritos”. Hoy no hay programas de certificación obligatoria.

Además de reducir el consume, Davies es partidario de esperar hasta que existan nuevas tecnologías que permitan el empleo de desperdicios de plantas, como las tusas del maíz. Los investigadores creen que todavía estamos a unos cuantos años de distancia.

La Comisión dijo que acompañaría su legislación sobre biocombustibles, que se espera el año próximo, con medidas obligatorias para evitar el derribo de bosques o depósitos de turba para impulsar rubros como el aceite de palma y otros métodos para la energía intensiva. Aunque el aceite de colza y otros aceites vegetales fueron más eficientes, seguirían siendo escasos, dijo

La enorme expansión de las plantaciones para el aceite de palma –la producción global creció más de 10 millones de toneladas, 41%, entre 2002/03 y 2006/07– no estuvo motivada por la demanda de biocombustibles. Fueron solo 30,000 toneladas en 2005, dijo. Sin embargo, solo la UE requerirá 30 millones de toneladas en 2020, gran parte de las cuales serán importadas.

Las medidas de sostenibilidad para los biocombutibles no impedirán que se talen bosques para producir alimentos, dijo la Comisión. “El crecimiento en la demanda de alimentos y usos domésticos, además de energía, puede esperarse que continuará”, dijo.

Stavros Dimas, el comisario para el medioambiente ha advertido sobre los peligros del “tipo erróneo” de biocombustibles. Algunos usan casi tanta energía para su producción como la que ahorran en la combustión. Sin embargo, líderes de la UE el mes pasado hicieron un compromiso firme de que los biocombustibles deben constituir 20% de los combustibles de los vehículos en 2020.