El presidente del Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), José Francisco Peña Guaba, considera que se requiere de un proceso para refundar la nación y darle solución a los temas fundamentales que reclama la gente y aunque siguen en alianza con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para el 2016, reclama que se proteja más la soberanía y se fortaleza la institucionalidad.

Solicita un proyecto de mayor inversión social, bajar los gastos fijos del Estado y la creación de políticas claras de solidaridad con el pueblo haitiano, pero con defensa de “nuestra nacionalidad”. Alerta que se deben implementar políticas de protección a la mano de obra nacional.

Peña Guaba expresó que la población exige mejor distribución de los recursos del Estado, políticas sociales más agresivas y la protección a los menos favorecidos. “El país no puede estar nada más a la zagas de lo que quieren la oligarquía y los sectores de poder”.

Asegura que a partir del 2020 habrá un cambio, porque la gente está resuelta a no seguir siendo narigoneada por las fuerzas políticas tradicionales. Está convencido de que si los partidos no van al proceso de cambio político, van a perecer. “Los partidos políticos no podemos entender que somos los únicos intermediarios válidos de la sociedad”, advierte, porque sabe que la sociedad está empoderada de su derecho.

Le preocupa que cerca del 20% de los electores del 2012 no votó por partidos tradicionales, disgustados.

El BIS y su presidente. La organización, que en 2012 obtuvo el quinto lugar en la boleta del Bloque Progresista, con más de ocho mil votos y 26 años de experiencia de partido político, de los 31 que tiene de fundado, se dedica en 2015 a la reestructuración de sus organismos internos de poder. Surgió en 1984, a raíz de las disputas de las tendencias de Salvador Jorge Blanco y Jacobo Magluta, lo que hizo ver a Peña Gómez que su autoridad estaba resquebrajada. Pero PRD volvió a unificarse y concurrió a las elecciones de 1990 con Peña Gómez de candidato presidencial.

El BIS fue partido satélite del PRD hasta 1998 y participa en elecciones desde 1994.

Peña Guaba recuerda sus comenzó en la política en 1981, a los 17 años. Pronto tuvo su comité de base en la Zona I de los ensanches Quisqueya y Evaristo Morales en el Distrito Nacional. Se enroló en la campaña de Jorge Blanco a Presidencia de la República; cree que fue un hombre bueno, aunque errores lo llevaron a perder parte de su prestigio político. Pocos conocen que Peña Guaba tiene formación militar en Panamá, la que considera su segunda patria.

Estudió en ese país de América Central, al que le sirvió como militar a través del general militar que encabezó el Golpe de Estado de 1968 y líder de la revolución de Panamá, Omar Efraín Torrijos Herrera, gran amigo de su padre. Visita a Panamá con frecuencia y afirma estar bien de salud.

Después de más de 30 años de vida política, Peña Guaba propone que los viejos políticos dejen el espacio al nuevo liderazgo que aspira a gobernar. “Tratamos de construir un nuevo estadio de crecimiento, aliado al PLD desde el año 2000”.

El exdirector del Instituto de Estabilización de Precios ( Inespre), de la Autoridad Portuaria Dominicana y de la Lotería Nacional resalta las relaciones y amistad con el expresidente Leonel Fernández y con el actual presidente del país, Danilo Medina, quien lo designó su asistente. Defiende la política asistencialista de los gobiernos del PLD y niega que sean causantes de la crisis económica actual.

Peña no es monopolio. El tercer hijo del fenecido líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), doctor José Francisco Peña Gómez, advierte que el legado de su padre no es monopolio de nadie, sino del país. Entre risas, agregó: “Peña Gómez está en varios partidos”, los que mencionó. Dijo que el BIS es la encargada de su fundación, su museo y casa de recuerdo en Cambita, San Cristóbal.

Afirmó que el hecho de que Peña Gómez no llegara a ser presidente de la República Dominicana retrasó un proceso de cambios necesario y con el que una generación de excluidos sociales siente que se les fueron sus sueños.

Asegura que Peña Gómez era comprometido con los sectores populares y aspiraba a cambiarles la vida. Lo recuerda como el dirigente político de dotes excepcionales, una bondad indescriptible, desprendido, de una solida formación intelectual del país y un lector voraz, que leía un promedio de un libro por día. “Si usted se montaba en el carro de Peña Gómez, siempre había 40 ó 50 libros. Con lo único que era celoso era con sus libros”.

De su padre y mentor político sabe que era lector asiduo de la Biblia y la conocía en varios idiomas.

De su infancia, en los años 60, la considera muy difícil por la persecución de su padre, quien marchó a Europa a estudiar y regresó al territorio en 1973.

Su fallecida madre, doña Julia Idalia Guaba, escribió el libro “Los años difíciles, donde recoge parte de la vida política de los inicios de Peña Gómez, etapa que Peña Guaba añora, pese a que vio a su papá ser preso 40 ó 50 veces, perseguido y escondido en la clandestinidad otras tantas.

Destaca que en la vida y la política era mística, de apoyo, solidaridad, cariño y afecto, más allá de la frontera económica del mundo de hoy. “En la política, la gente creía en un ideal, en una propuesta, y la gente lo asumía y estaba dispuesta a dar su vida por ese fin”.

Peña Guaba reflexiona que el ejercicio de la política no se hace con esa entrega, porque los conceptos ideológicos han cambiado, “se pareciese que estamos llegando al fin de la ideología”. Además, no se siente llamado a pactar con el PRD ni con otro partido.

Ve coincidencia entre defensores de posiciones conservadoras, de derecha, avanzadas y de izquierda, siempre convencido de que si Peña Gómez viviera, Miguel Vargas, presidente del PRD, y el expredidente Hipólito Mejía, quien salió del PRD, fueran militantes sin diatribas. Sostuvo que Peña Gómez era un unificador y poseía un liderazgo determinante.

Insiste en que su padre fue persegui do por la oligarquía del sector conservador que respaldaba al presidente Joaquín Balaguer, quien veía a Peña Gómez como un peligro para sus intereses. “Balaguer en los últimos años, era un caballero en la paz, ahora temible y guerrero en la guerra”.

Convencido de que Peña Gómez fue de los pocos que sobrevivió a la “matanza de los 12 años de Balaguer”, fue figura importante en la Internacional Socialista, de la que fue vicepresidente mundial y presidente para América Latina, y tuvo grandes amigos de todos los continentes.

Con tristeza piensa que llegó tarde a la muerte de su padre, el 10 de mayo de 1998, debido a que el propio Peña Gómez le había encomendado coordinador la campaña de la sindicatura al Distrito Nacional.