Dos años luego de que El Salvador asombrara al mundo, convirtiéndose en el primer país en hacer del bitcoin una divisa oficial, el balance no ha sido el esperado.
Desde el 7 de septiembre de 2021, la criptomoneda bitcoin es una moneda de curso legal en El Salvador. Una política impulsada por el presidente Nayib Bukele, que aspira ahora a su reelección. ¿Es positivo el balance de esta medida?
A 40 kilómetros de San Salvador, está la playa del Zonte, apodada la Bitcoin Beach, un pueblo de turismo de surf internacional donde un donante quiso crear la primera economía circular de bitcoin del mundo.
Bitcoin Beach
Gustavo tiene un pequeño hotel en esta playa: “Yo utilizo bitcoin para hacer cobros, más que todo cobros. Más que todo se utiliza con el extranjero, personas que vienen desde el exterior y lo utilizan para hacer sus pagos, ya sea en alimentación, hospedaje”, cuenta.
Raquel es camarera en uno de los restaurantes de primera línea de la Bitcoin Beach, y también explica que “la mayoría de los turistas pagan con bitcoin”. Según ella, es muy fácil de usar: “Nada más va a recepción, dice que va a pagar con bitcoin y ahí ya pone el número de cantidad de bitcoin que va a utilizar. Y así ya hace la transferencia. Es súper fácil y rápido”, asegura.
Dos años luego de que El Salvador asombrara al mundo, convirtiéndose en el primer país en hacer del bitcoin una divisa oficial, el balance no ha sido el esperado. La economista Julia Evelyn ha estudiado a fondo el uso de esta criptomoneda, pese a la opacidad del Gobierno. Para ella, “es un balance negativo”.
Un balance negativo
Esta política pública de Nayib Bukele tenía dos objetivos que no se han cumplido, estima la economista: “Uno, aumentar la inclusión financiera de la población salvadoreña que no tiene acceso a servicios financieros en la banca. Entonces él pretendía que este 70% de la población que está excluida de la banca formal, a través del bitcoin pudiera realizar transacciones, pudiera realizar depósitos, pudiera tener ahorros… Sin embargo, eso no se ha cumplido debido a que el 88% de la población salvadoreña no utiliza bitcoin”.
“En segundo lugar, el otro objetivo era contribuir a la dinamización de la economía salvadoreña y a la creación de empleos, pues lamentablemente tampoco eso se ha podido cumplir. Menos del 1% de las micro y pequeñas y medianas empresas de El Salvador utilizan el bitcoin en sus transacciones”, recalca Julia Evelyn.
El experimento empezó con varias compras por parte del Gobierno de Bukele. El monto exacto del bitcoin que tiene El Salvador como parte de sus reservas internacionales no se sabe con exactitud, ya que el Gobierno no lleva un registro público. Una opacidad denunciada por los críticos a Bukele.