LONDRES (AP).- La policía elevó la cifra de muertos confirmados en los atentados terroristas a 52 el lunes, mientras el primer ministro Tony Blair calificó los ataques como «una nefasta masacre de inocentes» y prometió encontrar a los responsables «dondequiera que estén».
Los londinenses, entretanto, nerviosos pero desafiantes, regresaban a sus trabajos usando la red de trenes subterráneos y autobuses atacada cuatro días antes.
Blair calificó los atentados del jueves como «una nefasta masacre de inocentes», y dijo que los indicios apuntaban a extremistas islámicos.
En un discurso a la Cámara de los Comunes, Blair dijo que no había informes de inteligencia que hubieran permitido frustrar los atentados, en respuesta a críticos que pusieron en duda la vigilancia del gobierno.
«Nuestro país no será derrotado por semejante terror», dijo. «Perseguiremos a los responsables dondequiera que estén y no descansaremos hasta identificarlos y llevarlos ante la justicia».
Los londinenses regresaron al trabajo, al comenzar la primera semana completa desde la serie de atentados del jueves.
Muchos londinenses dijeron que usarían el transporte público como siempre, como expresión de desafío a los autores del ataque, mientras otros, más temerosos, optaron por el taxi.
«No me dejaré amedrentar por los ataques», dijo Paul Williams, que se aprestaba a tomar el metro en el centro de Londres. «Para mí, es un día más de trabajo».
En cambio, Ted Wright dijo que tomaría un taxi para evitar el metro. «Probablemente me costará seis libras más (10 dólares), pero tranquilizará a mi esposa», dijo.
La policía de transportes pidió a la población que regrese a la vida normal como desafío a los terroristas. Por lo menos 52 muertos y unos 700 heridos _de los cuales 60 siguen hospitalizados_ fue el saldo de los ataques del jueves.
Pero la tensión seguía presente: Debido a la presencia de un paquete sospechoso, la policía cerró durante media hora las calles donde se encuentran el Parlamento, la Cancillería y la calle Downing, en cuyo número 10 vive y trabaja el primer ministro Blair.
El alcalde Ken Livingstone tomó el metro a su oficina el lunes para transmitir el mensaje de que los londinenses deben «seguir adelante».
«Vamos a trabajar. Seguimos adelante con nuestras vidas», dijo. «No permitimos que un grupo pequeño de terroristas alteren nuestra forma de vida».
Scotland Yard dijo el lunes que había identificado a la primera víctima, Susan Levy, de 53 años, vecina de Hertfordshire en las afueras de Londres. Especialistas forenses dijeron que tardarían varios días o semanas en identificar los cuerpos, mutilados por las explosiones.
Las autoridades del transporte dijeron que el número de pasajeros había vuelto a la normalidad, pero aclararon que algunos tramos de la red seguían cerrados debido a los daños. La prensa informó que el número de compradores en el centro de Londres había caído en un 25%.
Para los investigadores, el lunes fue un día más de tamizar escombros subterráneos, verificar datos recibidos del público e identificar a los muertos y desaparecidos.
La policía dijo que tres hombres, todos británicos, que arribaron al aeropuerto internacional de Heathrow el domingo fueron detenidos, pero inmediatamente rechazaron las conjeturas de que tenían pistas importantes en la pesquisa. Los tres quedaron en libertad el domingo por la noche.