Por Ana María Echeverría
GLENEAGLES, Gran Bretaña, Jul 7 (AFP) – El primer ministro británico, Tony Blair, condenó este jueves la «barbarie» terrorista que sumió a Londres en la muerte y destrucción, desde Gleneagles (Escocia), donde se celebra la cumbre del G8 para discutir un plan contra la pobreza en Africa.

   Está «razonablemente claro» que la serie de explosiones registradas en la capital británica eran obra de terroristas, declaró el gobernante, que anunció que abandona la cumbre del G8, al menos durante unas horas.

   Al borde de las lágrimas, Blair afirmó que las explosiones habían dejado «muertos, y heridos serios», y subrayó que sus «oraciones» se unían a las de parientes y seres queridos de las víctimas.

   «Es particularmente bárbaro que esto ocurriera» cuando los líderes del G8 «están reunidos para ayudar (a aliviar) los problemas de la pobreza en Africa, y el problema a largo plazo de los cambios climáticos y el medio ambiente», declaró.

   El primer ministro laborista, que abrió la cumbre triunfal, después de que Londres fuera elegida el miércoles sede de los Juegos Olímpicos del 2012, afirmó que los ataques fueron «diseñados para coincidir con la apertura del G8».

   El premier británico explicó que estaba «limitado» en cuanto a la información que podía proporcionar al público.

   «Sólo voy a tratar de darles la información que puedo suministrar en este momento», señaló.

   Blair anunció que abandonará inmediatamente la cumbre del G8, que se celebra en la apacible campiña escocesa.

   «Mi intención es abandonar el G8 dentro de un par de horas y volver a Londres para obtener un informe de la policía y de los servicios de emergencia y los ministros que han estado ocupándose de esto, y luego volver más tarde» a Escocia, dijo.

   Agregó que las negociaciones del G8 van a continuar en el hotel de Gleneagles, tras los atentados terroristas.

   «Es la voluntad de todos los líderes del G8» que la reunión en Gleneagles  «continue en mi ausencia» y que «se sigan discutiendo los temas que íbamos a tratar y se pueda llegar a las conclusiones que íbamos a alcanzar», dijo.

   «Cada uno de los países de la mesa negociadora ha tenido alguna experiencia sobre los efectos del terrorismo, y comparten nuestra resuelta decisión de derrotar al terrorismo», subrayó el premier británico.

   La cumbre del G8 se sumió en la incertidumbre y tristeza, tras conocerse por las televisiones y agencias que una serie de atentados habían sacudido Londres, dejando muertos y decenas de heridos.

   Decenas de periodistas y corresponsales extranjeros, entre ellos varios de la AFP, empezaron a empacar sus cosas y abandonar Gleneagles, sede de la cumbre del G8, para volver a Londres, tan pronto se conoció la noticia de las numerosas explosiones registradas en el metro y autobuses de Londres.

   Cuando se produjeron las explosiones en Londres, la reina Isabel II, que recibió el miércoles a los dirigentes de los siete países más poderosos y Rusia, en el hotel de Gleneagles, donde les ofreció una cena, se dirigía a su residencia de verano en Windsor, a una hora de Londres.

   «La Reina está siendo informada de los acontecimientos», anunció una portavoz de la Casa Real.