POR MIRFAK ROWLAND
Aunque se dice que la noche y el día jamás se podrán juntar, la combinación entre el blanco y el negro forma parte de la nueva tendencia que traza interesantes pautas en la decoración del hogar.
El Efecto Dominó, como suele llamársele a la armonía que crean estos dos colores, aterriza en piezas decorativas y funcionales, creando espacios en donde cada elemento aporta una interesante mezcla concordante y contrastante.
¿Por qué? Sencillamente porque mientras que el negro llama mucho la atención, crea un efecto estimulante y proporciona amplitud, el blanco refleja la luz, ayuda a moderar las temperaturas y brinda una sensación de frescor.
La agresividad de esta combinación, que por ser extrema y atrevida genera gran atracción, está muy en boga y se puede apreciar en diversos artículos para la sala, el baño, la habitación y la cocina.
Esta propuesta no sólo contrapone colores, sino también texturas y formas, y según expertos decoradores, consigue el equilibro adecuado entre las temperaturas que aportan los elementos fríos y calientes, con el fin de crear un ambiente idóneo para la relajación y el descanso.
Cualquiera de las áreas del hogar puede ser la protagonista de esta armónica tendencia, ya que el negro y el blanco, juntos, son, sin lugar a dudas, la pareja ideal.