La pionera en servicios funerarios en el país, Funeraria Blandino, arribó a sus 86 años el pasado primero de octubre.
Lo que es hoy una empresa corporativa, incluso con alianzas con otras firmas para brindar servicios más completos en todo lo referente a las actividades exequiales, nació de una pequeña visión de un banilejo: Atilano Blandino, mentor y fundador.
A propósito de conmemorarse hoy el Día de los Fieles Difuntos, ¡Vivir! consultó a los que en la actualidad están al frente de la Funeraria Blandino, Fernando y Virginia Arredondo Blandino, presidente y vicepresidenta ejecutiva, respectivamente.
Según contaron ambos a ¡Vivir!, su abuelo desde siempre se interesó en ofrecer servicios funerarios, ya que desde su pueblo, Baní, donde tenía un negocio de quincallería, incluía ataúdes para cuando las personas de la comunidad morían.
Posteriormente, cuentan los nietos (que pertenecen a la cuarta generación de la familia), Atilano se muda a la capital, a la calle Mercedes, esquina Polvorín de la Ciudad Colonial en donde brindaba servicios de utilería para funerales propios de la época, 1931, cuando aún no se tenía la cultura de velar a los muertos fuera de sus casas.
Con rostros de orgullo al hacer la historia de su abuelo, Virginia y Fernando revelaron que allí, en la calle Mercedes, cuando alguien fallecía, los familiares iban y se les alquilaban vajillas para servir café, sillas y otros artículos propios de esta actividad.
Su primera capilla. En 1959 las hijas de Atilano Blandino: Aurea, la mayor, y Atala, construyeron el primer local para fines funerales en la calle 30 de Marzo; los dominicanos aún no tenían la cultura de velar a los muertos en funerarias, sino en sus casas, pero, coincidencialmente, unos alemanes que vinieron al país contratados por el presidente Rafael Leónidas Trujillo, sufrieron un accidente automovilístico y se eligió la capilla para su velatorio. A partir de entonces, al ver la gente los servicios y facilidades que se ofrecían, se empezaron a interesar, contaron Virginia y Fernando.
La capilla de la Lincoln. Aquí se mudaron en 1972, de la mano de Fernando Arredondo Blandino, padre, tercera generación. En ese año funcionaba en donde están ahora las oficinas administrativas, pero, en 1992, ampliaron hacia el frente de la Avenida Abraham Lincoln, con un local más amplio con cuatro capillas.
Los servicios hoy de la Blandino. Fernando y Virginia c cuentan que dadas las circunstancias de que generalmente en la mayoría de los casos la muerte llega por sorpresa, la finalidad de la firma es brindar soluciones a la población dominicana con cómodos planes tanto pre arreglos como para el momento.
Las personas pueden optar por los planes que más se ajusten a sus recursos, ya que las cuotas mensuales van desde RD$ 450 a 1 200 pesos, dependiendo del plan que escoja. Cuentan también con alianzas con importantes cementerios como Puerta del Cielo, Fuente de Luz y otros.
Las capillas Blandino están en: Lincoln, Ensanche Ozama, Charles de Gaulle, Herrera, Santiago y funerarias asociadas en Moca.