Por ROSARIO TIFÁ
Las blusas, que por tradición han ocupado un lugar privilegiado en el armario femenino, se remozan cada temporada, con detalles propios del diseño y otros que son adheridos para darle un mayor realce.
El mercado de los textiles pone a disposición de los diseñadores excelentes telas naturales, frescas y suaves, que permiten un diseño depurado y atractivo.
Las telas sintéticas, resultado de varias mezclas, también ocupan su espacio en la elaboración de estas piezas tan indispensables a la hora de intercambiar o combinar.
En seda natural o mezclada, chifón, organza, crepé, lino, algodón, hilo, denim, jersey y encajes, siempre serán aceptadas y valoradas.
Los colores son intensos, acordes con el gusto de cada quién y la estación, aunque fuera de temporada nunca son descartadas, por la facilidad de combinación con otros tonos, no importa su género.
Y qué decir de aquellas estampadas en diferentes matices de colores y grabados… las floreadas y las transparentes lucen divinas.
Los bordados y tejidos no faltarán en las blusas ideadas para determinadas ocasiones formales y que armonizan muy bien con una falda o pantalón a tono.
Reputadas casas de modas, como Puro Estilo y Casa Virginia, presentan algunas muestras de blusas que nos permitirán lucir bien en cualquiera actividad de media tarde o cuando empieza a oscurecer.