El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó ayer un préstamo de US$150 millones a la República Dominicana para proveer financiamiento inmediato luego de un desastre natural o una emergencia de salud pública.
Según un documento, esa opción de desembolso diferido ante catástrofes, o Cat DDO por sus siglas en inglés, le brinda a países afectados, financiamiento inmediato sin tener que utilizar recursos destinados a programas sociales o de desarrollo.
“Dado que el país y nuestros vecinos caribeños vivimos las consecuencias directas del cambio climático y que seguirán vulnerables, nuestra prioridad es estar mejor preparados para salvar vidas, asistir a las comunidades afectadas y asegurar que obras de infraestructura clave como hospitales, escuelas, carreteras, puentes y viviendas sean construidas de mejor manera para resistir estos desastres naturales”, expresa en la nota el presidente Danilo Medina.
Indicó que el financiamiento del Banco Mundial “nos ayudará a mitigar los riesgos derivados de eventos climáticos como desastres naturales y pandemias”.
El documento indica que un reciente estudio del Banco Mundial y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo estima que el impacto económico de los desastres naturales ha promediado unos US$420 millones por año durante el período 1961-2014.
Expresa que la República Dominicana se ubica en el puesto 27 entre 171 países en el Índice de Riesgo Global 2016 de las Naciones Unidas, que clasifica los riesgos de los países ante desastres naturales.
Tahseen Sayed, directora del Banco Mundial para el Caribe, dijo que la enseñanza más importante de su experiencia mundial en respuestas ante desastres es la de invertir en prevención y preparación para poder responder más rápido cuando ocurre uno de esos eventos.
Agregó que ese es el primer préstamo de su tipo en el Caribe, y que está centrado en una serie de reformas destinadas a fortalecer la capacidad del gobierno en gestión del riesgo, adaptación al clima y resiliencia financiera.
Las reformas de política respaldadas por el desembolso diferido ante catástrofes, refiere el texto, incorporarán riesgos ante desastres y aquellos relacionados con el clima a la gestión fiscal y de deuda
Además, harán cumplir los reglamentos de zonificación, códigos de construcción y normas de seguridad en infraestructuras públicas, máxime escuelas e instalaciones de salud.