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Singapur.- El Banco Mundial aprobó el pasado lunes una controvertida estrategia para combatir la corrupción, que fue blanco de críticas por parte de Gran Bretaña y de varios países africanos. Mientras la discusión se llevaba a cabo, los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaron por 90.6 por ciento de los votos, sin el apoyo de gran parte de América Latina, el proyecto de reforma que da más peso en la institución a cuatro países emergentes, entre ellos China y México, con lo que el gobierno mexicano deberá erogar más de 800 millones de dólares al organismo.
A su vez, los países más pobres denunciaron este lunes fallas en la iniciativa internacional que culminó este año en la reducción de sus deudas con el Banco Mundial y el FMI.
No hay que hacerse ilusiones, incluso si se anula la totalidad de su deuda, se necesitarán recursos adicionales para financiar su desarrollo, destacó en Singapur el ministro de Finanzas de Niger, Alí Lamin Zeine, al margen de las asambleas anuales de las dos instituciones multilaterales. Este último es presidente del grupo de ministros de Finanzas de los países pobres muy endeudados, esencialmente africanos y beneficiarios de la iniciativa. Las dos instituciones, así como el Banco Africano de Desarrollo, aceptaron el año pasado anular casi 50 mil millones de dólares de deuda de unos 40 países pobres muy endeudados.
La bandera anticorrupción que enarbola quien fuera vice secretario de Defensa de Estados Unidos durante la invasión a Irak, fue objeto de críticas por parte de Gran Bretaña y varios países africanos, cuyos representantes expresaron su preocupación de que las nuevas condiciones obliguen a retrasar las ayudas a naciones pobres.
Wolfowitz ha bloqueado más de un millón de dólares en préstamos a varios países por estimar que se encubren prácticas ilegales, situación duramente criticada por Gran Bretaña y países de Africa.
La iniciativa del Banco Mundial aprobada este lunes aumenta los mecanismos para controlar el flujo de dinero en los programas de crédito y proyectos del organismo financiero, y pretende contribuir al fortalecimiento de las estructuras gubernamentales.
Sin embargo, los países miembros llamaron a Wolfowitz a aplicar cautelosamente el plan de lucha anticorrupción.
La nueva estrategia sobre la buena gobernanza y la lucha contra la corrupción no debería poner en peligro la misión principal del banco, o sea la reducción de la pobreza, declaró el ministro sudafricano de Finanzas, Trevor Manuel, ante el Comité de Desarrollo, la instancia dirigente de la institución. Este comité de 24 miembros supervisará la política anticorrupción de los donantes para unificar los criterios del Banco Mundial, decisión que significó una derrota para Wolfowitz.
La organización no gubernamental Oxfam advirtió que la estrategia anticorrupción irá en retroceso si se utiliza para negar créditos o exigir privatizaciones.
A su vez, Wolfowitz reconoció también que los donantes no deberían penalizar a los países pobres bloqueando las ayudas debido a los abusos cometidos por sus dirigentes, cediendo así, al menos formalmente, a las críticas sobre su gestión con respecto a los países pobres.
