República Dominicana es uno de los países de América Latina y el Caribe que, como resultado del impacto del COVID-19, tendrá una menor caída en su crecimiento económico durante 2020, según el informe del Banco Mundial sobre las Perspectivas Económicas Globales.
De acuerdo con las proyecciones de ese informe, la economía dominicana decrecerá en 0,8 por ciento en el 2020, después de un largo período de crecimiento, mientras que la caída en el crecimiento económico de América Latina será en promedio de 7,2 por ciento.
La caída en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) será mayor en el caso de los países centroamericanos que mantienen el tratado DR-Cafta con la República Dominicana.
El caso de Costa Rica, la caída en su PIB se estima en 3 por ciento, mientras que para el El Salvador se prevé una caída de 5,4 por ciento; para Guatemala, de 3 por ciento, para Nicaragua, de 6,3 por ciento, y para Honduras, de 5.8 por ciento.
Asimismo, se estima una caída de 2 por ciento en el PIB de Panamá, país centroamericano que no es parte del DR-Cafta.
La caída de 7,2 por ciento prevista en el informe para el PIB de América Latina, es el peor desempeño desde 1901, el primer año en el que dispone datos de crecimiento para la región más o menos fiables.
“Ni la gripe española de 1913 (-5,1%), ni la Gran Depresión (-5,2% en 1931), ni la segunda crisis del petróleo (-2,4% en 1982), ni la Gran Recesión de 2009 (-1,9%) tuvieron una contracción como la actual”, explica Humberto López, vicepresidente interino del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Explica que una contracción de esta magnitud implica menos riqueza, y lo que es más grave para las clases más vulnerables, la destrucción de millones de puestos de trabajo, lo que lleva a una mayor pobreza.
Los cálculos del Banco sugieren que este año se pueden destruir en torno a 20 millones de empleos en la región, la mitad aproximadamente formales.
Considera que uno de los factores que está determinando el fuerte impacto del Covid 19 en la región es el índice de urbanización en Latinoamérica, el más alto del planeta, de 81%, contra un promedio global de 55%, según los indicadores de desarrollo del Banco Mundial.
Esto ha hecho que la pandemia haya afectado más a América Latina que a otras regiones.
De acuerdo con los últimos datos hay ya más de un millón de infectados de COVID-19 en la región. El número se duplica cada dos semanas, con una tasa de mortalidad del 5% (unos 50.000 muertos hasta ahora). “No sorprende que los países se hayan visto obligados a imponer medidas de distanciamiento social, lo cual a su vez ha generado el colapso económico observado”, explica.