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Reportaje
Eterno aspirante al Nobel de Literatura, la Academia sueca ha decidido que sea este 2016 el año en el que Bob Dylan reciba el prestigioso premio, por “haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”.
Un reconocimiento literario que le llega a los 75 años y tras más de medio siglo de carrera musical, desde que en 1962 publicara su primer álbum, “Bob Dylan”. Desde entonces, el bagaje musical y creativo de Dylan (Duluth, Minnesota, 24 de mayo de 1941) le han convertido en uno de los músicos más respetados de todos los tiempos.
“Como artista ha sido altamente versátil y ha trabajado como pintor, actor y autor de guiones”, recuerda la academia sueca. Dylan recibirá el próximo diciembre un diploma, una medalla de oro y un premio económico, que este año es de ocho millones de coronas suecas, alrededor de 800 000 dólares.
Dylan puede y debe ser leído. “Soy un vagabundo solitario/Sin familia ni amigos./Allí donde podría empezar la vida de cualquiera,/Es exactamente donde acaba la mía./He probado suerte en el soborno,/El chantaje y el fraude,/Y he cumplido condenas por todo/Menos por pedir en la calle…”, reflejaba el polifacético artista en uno de sus versos.
Versos que han formado parte de su inagotable producción musical y que lo han convertido en un símbolo de la lucha por los derechos civiles y los movimientos antibelicistas. Las letras de las canciones del conocido como “poeta de Minnesota” han sido varias veces publicadas en libros bajo el título de “Lyrics”.
“Si miramos miles de años hacia atrás, descubrimos a Homero y a Safo, que escribieron textos poéticos hechos para ser escuchados e interpretados con instrumentos. Sucede lo mismo con Bob Dylan. Puede y debe ser leído”, justificaba Sara Danius, secretaria permanente de la Academia sueca sobre el Nobel a Dylan.
“Dylan es un gran poeta en la tradición de la lengua inglesa, muy original”, añadía Danius, “que ha seguido actuando y reinventándose así mismo, creando una nueva identidad”.
De esta originalidad sobresalen algunos de sus célebres trabajos que le dieron fama internacional. Son los casos de “The Freewheelin’ Bob Dylan” (1963), disco que incluía la célebre canción “Blowing in the Wind” (1963); “Bringing It All Back” (1965) y “Blonde on Blonde” (1966), este último “un ejemplo extraordinario de su forma brillante de rimar, de juntar estribillos y de su estilo brillante de pensamiento”, como ha recordado la secretaria de la Academia sueca.
Otros importantes trabajos de Dylan son “Forever Young” (1974); el tema “Hurricane”, una canción protesta sobre las injusticias que padeció el boxeador negro “Huracán” Carter, o “Slow Train Coming” (1979), “Saved” (1980) y “Shot of Love” (1981), estos últimos donde plasma su conversión al cristianismo.
Dylan cuenta con cerca de cuarenta discos en el mercado, entre ellos “Love & Theft” (2001), “Modern Times” (2006) “Tempest” (2012) o “Fallen Angels” (2016), publicados en la últimas décadas.
Dylan ha sido galardonado con otros importantes premios: un Óscar por la canción tema “Things Have Changed”, de la película “Jóvenes prodigiosos”, tema por el que también consiguió un Globo de Oro; el Príncipe de Asturias de las Artes 2007 y el premio Pulitzer en 2008, entre otros prestigiosos galardones.
Entre su producción literaria destaca “Tarántula” (1971), el único libro de ficción publicado hasta la fecha por Dylan, o su autobiografía, “Crónicas, Volumen I” (2004).
La concesión del Nobel de Literatura al “poeta de Minnesota” pone en alza la figura de Dylan, un “vagabundo solitario” que no tiene ninguna esperanza en el futuro. “Para ser honesto, no tengo ninguna esperanza en el futuro y sólo espero tener suficientes pares de botas como para poder cambiarlas”, dijo en una ocasión.
