Boca Chica sigue con dos caras: el turismo y la pobreza

Boca Chica sigue con dos caras: el turismo y la pobreza

Boca Chica cuenta con un dinámico turismo, pero al mismo tiempo refleja una enorme pobreza, debido a  las escasas fuentes de empleo, la debilidad de los servicios básicos y la baja inversión del Estado.

En este municipio de la provincia Santo Domingo, sus habitantes claman por   trabajos, servicios de agua potable, reparación de calles y construcción de   aceras y   contenes.

La síndica, Joselyn Peña señala, que el peor problema es la falta de empleo.

Considera que su función principal en el ayuntamiento ha sido administrar la crisis municipal.

Su antedespacho es la muestra más evidente de lo que ocurre en Boca Chica. Desde tempranas horas del día, la gente llega al cabildo a la espera de que Peña le proporcione alguna ayuda, un empleo o asistencia social, lo cual se traduce en dinero.

Peña dice que tiene el plan para la reestructuración, pero carece de recursos, por lo que ha podido iniciar  el remozamiento de la autopista Las Américas, que es la cara del municipio.   Peña, quien afirma tener la   mente puesta en la reelección para el 2010, indica que Boca Chica no puede ser comparado con municipios de 50 años de fundación, puesto que  sólo tiene seis años creación.

Afirma que  sufrió un choque al llegar al cabildo, por el cúmulo de tareas, y porque   sólo dispone de RD$3  millones  al mes, lo que  no alcanza para construir un vertedero y un cementerio. Este año, varias  organizaciones convocaron a protesta y  desistieron por la promesa del ayuntamiento, de realizarla las obras.

Grandes retos

La síndica Peña, quien luego de militar en el reformismo, se trasladó al partido  de la Liberación Dominicana -PLD-, tiene planes de  asfaltar 25 kilómetros de calles. Los sectores que más lo requieren, en la parte  norte, son  Los Tanquecitos y Los Botados. El pueblo hace fiesta cada vez que se mejora un tramo, pero las obras dependen de la ayuda de la secretaría de Obras Públicas. Con   RD$9 millones  al mes,  respondería a las demanda de los 200 mil habitantes. Según Peña, tienen 50,000  ciudadanos más de los que registra el censo del 2000,  la  cifra no incluye a la población flotante, en su mayoría turistas.

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