BOCA DE CACHÓN Falta de empleos lleva a la indigencia a sus habitantes

BOCA DE CACHÓN  Falta de empleos lleva a la indigencia a sus habitantes

El abandono de los proyectos agrícolas, la falta de agua potable, de fuentes de empleos, servicios y de estudios técnicos están empobreciendo aún más a la gente de la comunidad Boca de Cachón, del municipio Jimaní, muchos de los cuales para poder alimentarse dependen de la solidaridad de un pariente o un vecino.
En el nuevo poblado a donde fueron trasladadas cerca de 600 familias cuyas propiedades fueron afectadas por la crecida del Lago Enriquillo, no se ha completado la instalación del asilo de ancianos, el politécnico, el centro comunal, ni el mercado. El Cuerpo de Bomberos no está equipado y algunas oficinas públicas están cerradas.
Tampoco fue iniciado un proyecto de siembra de aguacates y frutas que se tenía previsto en amplios espacios que hoy están llenos de malezas.
Cada 15 días el gobierno les entrega raciones crudas de alimentos, que en el caso de familias numerosas, se gasta en un día. Por eso, la gente pide a gritos fuentes de empleos.
Proyectos agrícolas. Dos proyectos de producción agrícola en las comunidades de Boca de Cachón y El Limón están abandonados. Cientos de metros de sistema de riego por pivote han sido instaladas, pero la maleza los cubre, mientras que algunos equipos están oxidados. Militares cuidan esos bienes, en una guardia de cada cuatro días, durmiendo en un furgón en pésimas condiciones y cocinando en leñas.
Desde hace más de un año en ambos centros no se ha hecho nada, incluso algunos pivotes están en el suelo. Estos proyectos serían un medio de sustento y comercio de los habitantes de Boca de Cachón y comunidades aledañas. La empresa que suplió el sistema ha estado reclamando el pago al gobierno.
Empleos. Los pocos empleos formales que hay en la comunidad son del gobierno. Sin embargo, algunos se quejan de que están repartidos entre las mismas familias y miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y que hay casos en los que un solo peledeísta tiene hasta tres sueldos gubernamentales.
Por demás, están cerradas las oficinas del Instituto Nacional de Aguas Potables (Inapa), del Instituto Agrario Dominicano (IAD), de Edesur y otras.
“Aquí ta uno mal como quiera, no hay nada», dice Franklin Cuevas Recio, barbero, padre de dos hijos, quien se queja que ni siquiera les dan explicaciones de por qué no han culminado el proyecto agrícola.
Mientras que Nancy Cuevas, con tres hijos, dice que son urgentes los empleos, sobre todo para muchas madres solteras que hay en la comunidad. Pide además que la estancia infantil esté abierta hasta horas de la tarde y que los niños reciban almuerzo.
Nancy tiene marido, el cual vive del chiripeo o la pesca que está muy diezmada. Ella anhela tener un empleo aunque sea como conserje. Narra que cuando no tienen qué comer, tienen que acudir a casas de familiares, si no reciben la solidaridad de algún vecino.
Para el pastor y contable Leonardo Pérez el principal mal de la región es el individualismo, porque nadie quiere unirse a los demás. “Los pueblos mueren de inanición porque no hay voluntad social y los políticos piensan en ellos nada más”, expresó.

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