POR ALEIDA PLASENCIA
Bocaditos de Sal y Miel es una empresa que surgió hace dos años con el propósito de elaborar productos basados en recetas caseras para suministrar meriendas a los niños en los colegios.
Inició con un solo producto: galletas de mantequilla.
Hoy elabora una gama de más de 30 productos, entre ellos 15 variedades de galletas.
Fabrica también bocadillos para bodas, cumpleaños y otras actividades.
Antecedentes
Sus antecedentes datan de hace más de 22 años, época en que Ana María Ferreras de Sánchez y Lourdes Guzmán de Faxas, primas hermanas, muy enamoradas de la cocina, decidieron generar ingresos sin descuidar sus deberes en el hogar.
Inventaron hacer postres para venderlos a restaurantes, los cuales tuvieron gran acogida entre los comensales.
Años después, mientras elaboraban las meriendas de sus hijos e hijas, se les ocurrió fabricar galletas de mantequilla y buscar mercados para colocarlas en cafeterías en colegios.
Escogieron el nombre Bocaditos de Sal y Miel por su relación con alimentos salados y dulces, e instalaron el negocio de manera formal. Opera en un local alquilado, en la calle José Andrés Aybar Castellanos número 146 A (Antigua avenida México).
Según explican sus propietarias, desde que inició el negocio ha mantenido un crecimiento sostenido y diversificación de clientes.
Sus productos están presentes en cafeterías de colegios, estaciones de combustibles y salones de belleza.
Además, trabajan por encargo para fiestas, cenas, bodas y otras actividades. También, en su local, además de la fábrica, tienen una tienda surtida con una amplia gama de alimentos a la venta.
En estos momentos están recibiendo pedidos de picaderas para los festejos de Navidad y fin de año.
Empleo
En sus inicios, el negocio operaba con una empleada, ahora tienen seis.
La mayoría de sus recetas son creaciones de sus madres y abuelas.
Los productos de Bocaditos de Sal y Miel tienen las características de alimentos elaborados para una familia, no de comida hecha con propósito comercial, sostienen Ferreras de Sánchez y Guzmán de Faxas.
Ferreras de Sánchez es arquitecta, cuya profesión ejerce de manera parcial, en combinación con su labor en el negocio. Guzmán de Faxas es psicóloga, carrera que comparte con responsabilidades administrativas en la empresa.
Metas
Ferreras de Sánchez y Guzmán de Faxas tienen entre sus metas más inmediatas, seguir ampliando el negocio con más clientes y diversificar más productos. Llegar a más tipos de tiendas, y adquirir su propio local. También tienen planes de volver a suplir de postres algunos restaurantes.
Incubación
Desde hace seis meses, Bocaditos de Sal y Miel incursiona en el Programa de Incubación de Empresas que desarrolla la Corporación de Fomento Industrial.
A través de este programa, Ferreras de Sánchez y Guzmán de Faxas reciben asesoría acerca de cómo organizar una empresa.
Mediante el programa adiestramientos sobre los procesos de organización empresarial.