Bocados de placer

Bocados de placer

Muchos exclusivos platos, que desde siempre se han preparado en casa, se comercializan ya cocinados, acompañados de los sabores que los hacen únicos y con su salsa incorporada.

Y también ahora, muchos de estos delicatessen son un poco más asequibles gracias a la refrigeración, un sistema de conservación de alimentos empleado habitualmente en productos de consumo común, que permite abaratar su precio final. Entre los que se conservan en el congelador se encuentran bocados tan delicados como unas miniaturas de pato a la naranja o carpaccio solomillo de res relleno de higos.

Este mismo sistema se utiliza para postres, en pasteles o selecciones de frutas y frutos secos rellenos de sorbete de helado. No obstante, la gran mayoría de este selecto club de sabores sigue vistiéndose de gala, fieles a sus envolturas de lujo y cada vez más pendientes de su presentación, tal y como demuestra la constante convocatoria de premios en los que se valora especialmente su diseño externo.

Pero para empezar una buena comida de gourmet, no se precisan demasiadas envolturas. El jamón ibérico de bellota es una opción perfecta. Pocos son los que se niegan a su sabor. Lino Reyes, campeón de España en corte de jamón, representa la cuarta generación de su familia en practicar este oficio con sobresaliente habilidad.

Según este salmantino, para obtener un buen jamón, «lo fundamental es que el animal sea de buena raza, que se críe en el campo y que se alimente de productos naturales, al tiempo que debe hacer ejercicio para que su cuerpo se fortalezca y se haga robusto».

«El jamón debe tener poca sal, y debe pasar por un proceso de curación lenta, en torno a los cuatro años», concluye el experto. Para cortarlo, Lino Reyes recomienda una buena mesa jamonera y un cuchillo bien afilado.

Lino Reyes da un último consejo: «Acompañarlo con un buen vino tinto», sin optar por ninguno en especial.

En España existen muchas denominaciones de origen que se encargan de velar por la autenticidad de la elaboración del vino de cada región vitivinícola. La gran expansión y afianzamiento de este sistema de producción ha conseguido que en muchas zonas se hayan recuperado especies de uva casi desaparecidas.

Unas de las cotas de máxima calidad y cuidado de estos vinos lo representan los denominados de Alta Expresión, elaborados con nuevas técnicas, utilizando únicamente uvas de las mejores añadas y de cepas de más de treinta años de vida. El fruto se cuida constantemente, la vendimia se hace a mano y la uva no se somete a ninguna práctica que pueda disfrazar sus características propias.
EFE-Reportajes

Una fiesta para el paladar

Francisco de Torreblanca es considerado como uno de los mejores pasteleros de Europa. Su secreto se basa en utilizar productos naturales, como las vainillas de Haití, veracruzana de México, mantequillas frescas, coberturas puras, todo sin conservantes ni colorantes. Solamente para elaborar el chocolate, que utiliza para sus postres Torreblanca, tiene una fábrica aparte con cacaos procedentes de Java y Sudamérica.

La diferencia de los postres de Torreblanca con otros se notan también en el precio final, como es lógico, ya que no es lo mismo utilizar en un postre chocolates de dos euros que otros que alcancen los 18 euros en el mercado.

Este pastelero es, además, miembro del «Relais Desserts», un club al que pertenecen aquellos que emplean productos de altísima calidad y preservan al máximo los procesos más artesanos para la elaboración de sus productos.

Se puede acompañar un momento tan dulce con un vino espumoso, un champán o un cava, que abran previamente con el método del degüello con sable, una espectacular técnica que se realiza dando tres golpes secos en el cuello de la botella, justo al lado del tapón, y haciendo fuerza en el tercero.

Dulce deseo

Pero de todas las exquisiteces que se pueden llevar al paladar, el chocolate suele ser la más preciada por la mayoría. David Fabré se dedica a comercializar cajas de bombones con un esmeradísimo diseño.

Ninguno de estos chocolates está envuelto, para apreciar el bonito formato de cada uno de ellos. Para Fabré, la envoltura es muy importante: «los chocolates ganan cada vez más adeptos. Por eso nos esmeramos en el diseño, para que sean más atractivos, con frutos secos, dulce de leche, caramelo… para darle más tentación de la que por sí ya tiene el chocolate».

«Los mejores chocolates del mundo proceden de África y de América. Su elaboración nace de la tuesta del cacao, que se descascarilla y se prensa el haba resultante, de donde sale por un lado la manteca y por el otro, la pasta. A estos dos ingredientes se añade el azúcar y con todo esto se hacen las coberturas», explica Fabré.

Y después de este proceso se producen algunos milagros como éstos: cobertura negra de África del 72% de cacao con frutos secos caramelizados, cubitos de naranja confitada y pasas de corinto o infusión de menta piperita con flor de leche y acompañada con los cacaos más puros. Buen final para un banquete de gourmet. Un buen final para una comida de gourmet.
EFE-Reportajes.

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