La hija del expresidente Leonel Fernández Reyna, Nicole Fernández, y el ex pelotero de Grandes Ligas Albert Pujols, hicieron su sueño realidad de iniciar una vida juntos, la noche del pasado sábado en un reconocido hotel de esta Capital ante la presencia de de un centenar de invitados.
Albert, oficialmente recién divorciado, tiene dos hijos -y ella una-, anunciaron su relación ante la expectación de sus seguidores y la sorpresa de muchos dominicanos, pues fue la mismísima Nicole quien dio pistas de esta relación al publicar una foto en Instagram felicitando al pelotero por llegar a su jonrón 700, en septiembre de 2022.
“Agradecida de poder ser parte de este viaje a tu lado. Felicidades Tito. Te amo”, escribió la hija del expresidente Leonel Fernández en aquella ocasión. Desde entonces, las redes y los medios de comunicación no pararon de dar cuenta del amor entre estos dos famosos, haciéndose eco de lo que publicaban en sus redes sociales.
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El pasado sábado, 2 de septiembre, en horas de la noche, la historia de su noviazgo culminó en boda, con una celebración de pocos invitados, pero con todos los detalles de un gran acontecimiento, suntuosa y de buen gusto, donde la novia lució una belleza exultante, aunque sin velo ni corona, hizo honor a su primera unión oficial en matrimonio.
Nicole eligió para este gran día un vestido corte sirena y escote corazón del libanés Elie Sabb, confeccionado en tul bordado con diminutas piedras, lentejuelas, canutillos, perlas y plumas en el bajo de la falda, complementado con un inmenso ramo de novia elaborado en orquídeas phalaenopsis blancas.
Mientras Pujols seleccionó un elegante tuxedo compuesto por chaqueta blanca y pantalón negro, en la solapa llevó una flor de la misma especie y color que el ramo de la novia.
La decoración realizada por DeFlora recreaba frondosos jardines con composiciones de diferentes especies de flores blancas, al igual que los arreglos que ambientaban las mesas, imprimiendo de romanticismo y ensueño los espacios.
Un especial momento fue en el que los novios leyeron sus votos, logrando emocionar a sus invitados, en ellos hubo confesión de lo mucho que se aman y de lo profundo que este sentimiento les ha calado, y promesas de llegar a la eternidad con una historia común. Desde aquí deseamos que sean felices y siempre coman perdices.