Bogotá no detiene investigaciones sobre  escuchas y “para-políticos” que sacuden al  gobierno del presidente Uribe

Bogotá no detiene investigaciones sobre  escuchas y “para-políticos” que sacuden al  gobierno del presidente Uribe

POR ANASTASIA MOLONEY
En Bogotá

Las autoridades colombianas continúan impulsando sus investigaciones sobre una operación de escucha desarrollada por miembros de los servicios de inteligencia de la Policía que ha obligado a dejar el cargo a 12 generales de la institución esta semana.

Como parte de la mayor sacudida a las fuerzas de seguridad en muchos años, el jefe de la policía nacional y jefe de inteligencia fueron destituidos después que varias conversaciones intervenidas grabadas de políticos de la oposición, funcionarios del gobierno y periodistas durante dos años se filtraron a la prensa local la semana pasada.

“Usted puede contra con nuestro compromiso total en el sentido de que vamos a avanzar en esta investigación”, dijo el general Oscar Naranjo, el nuevo jefe de la Policía.

Miembros del Congreso han exigido que el gobierno entregue de inmediato una lista con las personas cuyas llamadas telefónicas fueron intervenidas.

Juan Manuel Santos, el ministro de Defensa, dijo que el presidente Álvaro Uribe estaba “totalmente sorprendido” por las revelaciones recientes y que el gobierno “no tenía ni la más remota idea sobre lo que estaba pasando”.

Lo más dañino es que las revelaciones incluyen llamadas realizadas supuestamente por varios jefes paramilitares desmovilizados, ahora en prisión, que parecen revelar que ellos continuaron cometiendo crímenes y que están involucrados en el narcotráfico.

El gobierno ha ordenado a la oficina del fiscal general que investigue las conversaciones grabadas de los jefes paramilitares y advirtió que si se les halla culpables corren el riesgo de ser extraditados a Estados Unidos y de periodos en prisión más largos.

El  escándalo de las intervenciones es un nuevo golpe al proceso de paz que se sigue con los paramilitares y es probable que despierte nuevas dudas entre los críticos del Partido Demócrata en el Congreso de EEUU, que ya ha cuestionado la capacidad del gobierno de Colombia  para desmantelar a los grupos paramilitares y poner fin a  sus actividades criminales.

La oficina del fiscal general sigue adelante con sus investigaciones sobre otro escándalo, el caso “para-políticos”, que vincular a políticos del país con grupos paramilitares.

El lunes, 20 políticos y líderes de negocios, incluyendo cinco congresistas, fueron arrestados por cargos conspiración criminal, en los que se alega que firmaron un pacto secreto con jefes paramilitares de derecha en julio de 2001.

El pacto, que se hizo público el año pasado, habla de “reconstruir la nación”. Los congresistas, en su mayoría aliados del presidente Uribe, se unen a otros siete políticos que ya están en prisión por supuesta colaboración con los grupos paramilitares.

Es muy probable que el escándalo de los “para-políticos”  implique a otros  políticos, en la medida en que la oficina del fiscal general amplíe su investigación.

La semana pasada, Francisco Santos, el vicepresidente, pronosticó en una entrevista de televisión que entre 30 y 40 políticos más podrían “caer”, como parte del caso de los para-políticos.

Es probable que todo esto complique más los intentos de Uribe para persuadir a los políticos demócratas durante su próxima visita a Washington, en junio, para ratificar al propuesto tratado de libre comercio entre Colombia y EEUU. Algunos demócratas y líderes sindicales han expresado públicamente su preocupación por el escándalo de los para-políticos.

Este caso se extendió más aún  el martes, después que Salvatore Mancuso, un jefe paramilitar detenido, expusiera más vínculos entre grupos paramilitares y políticos, y oficiales militares de alto nivel durante un explosivo testimonio en el tribunal.

Mancuso acusó a Santos de querer crear una unidad paramilitar cerca de Bogotá, y que su primo, Juan Manuel Santos, se reunió con jefes paramilitares en la década de los años 90, con el fin de elaborar un supuesto plan parea derrocar a  Ernesto Samper,  entonces presidente de Colombia.

Uribe dijo: “Tengo plena confianza en la honestidad y fibra moral del vicepresidente de la república y de mis colegas en el gobierno”.

VERSION AL ESPAÑOL IVAN PEREZ CARRION

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