Las declaraciones del ingeniero Rhadamés Segura, precandidato presidencial del PLD, concernientes al boicot del ingeniero químico Temístocles Montás a los planes presentados en sus distintas administraciones en la CDEEE para resolver la situación eléctrica, evidencian un hecho sin precedente histórico. Me refiero al costo de la aplicación de políticas neoliberales en ese mercado, iniciando con deteriorar las empresas eléctricas estatales, sobre el único propósito de satisfacer “ideologías” de un sector del PLD que creyó tanto en su “reforma eléctrica”, que llegó al extremo de prometer al electorado en la campaña del 2000, que los 11 millones de dólares al año, pagados por el gobierno por la electricidad que él consumía, serían destinados a las madres solteras. Hoy ese subsidio supera los 700 millones de dólares.   

Estas medidas thatcheristas se agravaron con el rol entreguista de la CREP, conformando consejos de administración en los cuales el Estado ha sido un socio pobre y estableciendo ecuaciones irracionales para calcular el precio de la energía comprada a los generadores.

La oposición de los boicoteadores a la instalación de varias unidades a carbón mineral en Itabo e imponer en cambio a Cogentrix, que ha representado pérdidas al país superiores a los 48 millones de dólares al año, el boicotear la renegociación de los contratos del Acuerdo de Madrid, el oponerse a la instalación de 1,200 nuevos megavatios a carbón, el no apoyar la conversión de Cogentrix a gas natural y el aliarse a un sector minúsculo del empresariado para tratar de desacreditar una visión que a lo interno del PLD representa a todos aquellos que defienden el interés nacional, hace de ese boicot y de sus ejecutores, responsables de que los dominicanos hayamos perdido más de 11 mil millones de dólares en el sector eléctrico.