Bolaños: oposición busca dar un golpe

Bolaños: oposición busca dar un golpe

MANAGUA (AP).- El gobierno anunció que interpretará como un golpe de Estado el desafuero del presidente Enrique Bolaños o de cualquiera de sus ministros, acusados por delitos electorales supuestamente cometidos durante su campaña electoral de 2001.

«Ellos quieren dar un golpe de Estado porque no soportan las presiones de la comunidad internacional contra su alianza corrupta» (de liberales y sandinistas), dijo el miércoles a la AP el vocero presidencial Lindolfo Monjarretz.

La Junta directiva del legislativo, controlada por la oposición, anunció el martes que someterá al plenario el desafuero del presidente posiblemente la próxima semana.

Según Monjarretz, este sería el primer paso para un golpe de Estado contra el presidente, porque una vez despojado de inmunidad sería procesado por la Corte Suprema de Justicia, controlada también por sus opositores desde el pacto liberal- sandinista de 1999.

La acusación contra Bolaños surgió de la Contraloría General de la República, también en manos de sus opositores. En enero pasado, diputados liberales y sandinistas aprobaron reformas constitucionales que le restan poder.

Bolaños se resiste a acatarlas amparándose en que la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) las declaró inaplicables.

Los presidentes centroamericanos, reunidos el lunes en Managua a solicitud de Bolaños, dijeron en una declaración que la situación que enfrente su colega «profundiza radicalmente la afectación al orden democrático y legítimo poder» en Nicaragua «en menoscabo» de acuerdos sobre integración centroamericana y a la Carta Democrática Interamericana.

Los presidentes respaldaron además la resolución de la CCJ respecto a las reformas constitucionales y acordaron solicitar al consejo permanente de la OEA la convocatoria de la Asamblea General para tratar sobre la crisis nicarag_ense.

La declaración de los presidentes Oscar Berger de Guatemala, Antonio Saca de El Salvador, Ricardo Maduro de Honduras y Abel Pacheco de Costa Rica, fue respaldada por representantes de los gobiernos de Panamá, Belice y República Dominicana.

La declaración de los presidentes fue minimizada el martes por diputados sandinistas y liberales que reiteraron su disposición a desaforar al presidente.

Bolaños advirtió a sus invitados que sus opositores sandinistas y liberales promueven «una nueva dictadura que amenaza la paz y el progreso con graves consecuencias» a la integración regional.

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