Bolivia elige hoy nuevo presidente

Bolivia elige hoy nuevo presidente

LA PAZ  (AFP).- Bolivia asiste hoy domingo a una elección crucial para su futuro, con dos opciones que son un símbolo de la polarización del país: el cocalero Evo Morales -que podría convertirse en el primer presidente indígena en la historia boliviana- y el ex presidente Jorge Quiroga, un tecnócrata formado en Estados Unidos.

Más de 3,6 millones de bolivianos están convocados para esta elección, en medio de un ambiente de calma que contrasta con los disturbios de mitad de año que llevaron a la caída del presidente Carlos Mesa y a convocar a estas elecciones extraordinarias, en las que también se elegirá un nuevo Congreso.

Según los últimos sondeos, Morales tiene una intención de voto cercana al 35%, contra 29% de Quiroga, aunque “esto puede ser cierto o no”, según el ex canciller Manfredo Kempff, quien recuerda que en el pasado “las encuestas han tenido equivocaciones terribles en Bolivia”.

Lo que sí parece seguro, coinciden todos los análisis, es que ninguno de los aspirantes tendrá el 50% necesario para llegar a la Presidencia el domingo, lo que obligará al Congreso a designar a mediados de enero al nuevo mandatario.

Por esa razón la elección parlamentaria, donde se designarán 27 senadores y 130 diputados, será de capital importancia.

También será importante el tercero en esta disputa, el empresario de centro Samuel Doria Medina, quien con su 10% puede convertirse en árbitro de esta elección.

Una fuerza de 50.000 militares y policías se encargará de la custodia del país para la votación (que en Bolivia es de carácter obligatorio) en 121.000 mesas repartidas a lo largo de un país de un millón de km2.

Un total de 200 observadores de 24 países vigilarán la votación que se iniciará a las 08H00 locales (12H00 GMT) y terminará ocho horas más tarde.

Ya el jefe de la misión observadora de la Organización de Estados Americanos (OEA), el colombiano Horacio Serpa, señaló el viernes su “satisfacción por la forma en que el país y sus instituciones están encarando un proceso transparente y pacífico”.

En medio de este ambiente de calma preelectoral, los candidatos se dedicaban a actividades más bien lúdicas y ajenas al ajetreo político: Morales jugaba rácquetbol en la andina Cochabamba, donde inició su carrera de dirigente popular, mientras Quiroga escaló en la mañana el Huayna Potosí, de más de 6.000 metros.

En referencia a los temores de que no se respeten los resultados, el presidente interino del país, Eduardo Rodríguez, quien dejará su mandato el 22 de enero, señaló: “Estamos poniendo a prueba el sistema democrático con elecciones pero pondremos más a prueba el sistema con la capacidad que tengan los elegidos y quienes no resulten elegidos de compartir los triunfos o derrotas en convivencia armónica”.

La elección es seguida con interés en el extranjero, en especial Estados Unidos, que ha manifestado su preocupación de que el próximo presidente no respete los compromisos de la lucha antidrogas, en una clara referencia a Morales, quien muestra simpatía con la idea de que la hoja de coca -de la cual Bolivia es productor- sea legalizada.

Otros análisis hablan de la preferencia del presidente Hugo Chávez -cuyo discurso antiimperialista choca en Washington- por el líder cocalero.

Pero las grandes preocupaciones dentro del país son las brechas entre pobres y ricos, entre indígenas y blancos, entre los departamentos andinos y los del llano.

Este último es uno de los grandes temas para el próximo presidente, pues el departamento más rico del país, Santa Cruz, alienta un proyecto para obtener más autonomía en el que también ha embarcado a Tarija, Beni y Pando.

En ese contexto “la viabilidad de Bolivia se halla en juego en estas elecciones”, opina el analista Andrés Solíz Rada, quien considera plausible la opción de Evo Morales para frenar la tendencia autonomista e inclusive las ansias separatistas de algunos sectores minoritarios.

Solíz opina que Bolivia necesita no solamente el triunfo de Evo Morales “sino que ese triunfo sea contundente para detener a las tendencias separatistas”.

Otros temas serán decisivos para el próximo gobierno, como qué hacer con la enorme riqueza de gas del país o cómo se regirá el tema cocalero.

En un país con una pobreza cercana al 60%, el trabajo para el próximo presidente será enorme.

 Respaldan comicios
PAZ (AFP).- El proceso electoral boliviano, que hoy domingo renovará autoridades nacionales, recibió un unánime respaldo de la OEA, el Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), cuyos delegados fueron recibidos ayer sábado por el presidente saliente, Eduardo Rodríguez.

Los titulares del Mercosur, el ex vicepresidente argentino Carlos Alvarez,  de la CAN, el ex canciller peruano Alan Wagner, y el delegado de la OEA, el diplomático colombiano Horacio Serpa, encabezan una ampulosa misión de observadores internacionales a los comicios bolivianos.

Más de 200 observadores, entre ellos varios de la Unión Europea, presenciarán las elecciones presidenciales y legislativas de Bolivia, que tienen como favorito al líder indígena Evo Morales (35%), según sondeos independientes.

Las mismas muestras ubican segundo a seis puntos de distancia al ex presidente Jorge Quiroga.

“Estamos todos aquí para apoyar al pueblo boliviano, para que exprese de la manera más libre su voluntad y también para (…) que esa voluntad sea respetada”, declaró Wagner.

Alvarez, nuevo presidente del Comité de Representantes Permanentes del Mercosur, dijo que llegó a Bolivia para brindar apoyo al proceso electoral.

Se trata de la primera vez que el Mercosur destaca veedores a elecciones.

Serpa saludó la forma en que el país y sus líderes abordan el proceso electoral y demandó que los candidatos -ocho en total- respeten las reglas de juego y el voto ciudadano.

“Esta aceptación no es sólo una muestra de respeto hacia la voluntad libremente expresada por los ciudadanos mediante su voto, sino también manifiesta la credibilidad del sistema electoral y constata que en el país existe un sistema maduro y responsable”, apuntó un documento de la OEA leído por Serpa.

Unos 3,6 millones de bolivianos acudirán a las elecciones, las sextas en dos décadas tras la recuperación de la democracia en 1982, para renovar presidente, vicepresidente, 157 legisladores y nueve gobernadores.

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