Cochabamba (Bolivia) (EFE).- Las manifestaciones y los bloqueos de carreteras en Bolivia contra el nuevo aplazamiento de las elecciones cumplieron este lunes ocho días tras fracasar los intentos de diálogo.
Los puntos de bloqueo se mantuvieron en regiones donde la tensión es más notoria como Cochabamba, en el centro del país, en lugares estratégicos que conectan con Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia y capital financiera del país, o La Paz, sede del Gobierno y el Parlamento bolivianos.
Cientos de manifestantes se concentraron en la ruta hacia La Paz para exigir elecciones en la fecha antes prevista del 6 de septiembre, en vez de posponerlas al 18 de octubre, aunque esta vez también el pedido incluyó la renuncia de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, a la que acusan de querer ampliar su gestión arguyendo los contagios por la pandemia de la COVID-19.
Los tumultos en plena vía con manifestantes con piedras, llantas y escombros arrojados sobre el asfalto fueron algo reiterativo esta jornada.
Los discursos en algunos mitines improvisados, en los que intervinieron oradores en idioma quechua, cuestionaron los señalamientos de “terroristas” o “narcoterroristas” que hacen autoridades del Gobierno transitorio contra los movilizados.
En algunos sectores como el sur de la ciudad de Cochabamba, una de las mayores del país, se vieron manifestantes en motocicletas, en respuesta al grupo denominado Resistencia Juvenil Cochala, que el pasado domingo intervino en motos un punto de bloqueo para liberar el tránsito de vehículos.
En la ciudad de El Alto, vecina de La Paz y la segunda mayor del país, también hubo manifestaciones como las convocadas por los sindicatos de gremiales o vendedores de mercados y puestos callejeros, que terminaron por realizar una concentración en el límite entre ambas ciudades.
Los puntos de bloqueo de caminos se mantuvieron en conexiones de este departamento con Oruro en el altiplano, lo que afectó al transporte internacional y las conexiones terrestres con Chile, según medios bolivianos.
Un día después del diálogo convocado por la presidenta interina del país y a dos del llamado del Parlamento, en el que tiene mayoría el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, no hubo nuevos acercamientos con los sectores en protesta.
El ente electoral ha manifestado que el 18 de octubre es la fecha definitiva de las elecciones generales, que debían celebrarse el 3 de mayo pasado y que fueron postergadas una primera vez para el 6 de septiembre.
La nueva fecha fijada por la autoridad electoral se basa en las consideraciones de que a finales de agosto y comienzo de septiembre Bolivia vivirá la mayor etapa de contagios por el nuevo coronavirus.
Las autoridades han reportado 3.640 fallecidos y 89.999 contagios desde la detección de los primeros casos de la COVID-19 en marzo pasado en el país.