LA PAZ. Más de siete millones de bolivianos elegirán este domingo al futuro presidente en un ambiente polarizado tras las elecciones de hace un año calificadas como “fraudulentas” que desencadenaron un estallido social que dejó 36 muertos y precipitó la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
Cinco candidatos se disputan la dirigencia del país sudamericano, pero hay tres favoritos. Al frente de las preferencias están el exministro de Economía, Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, economista pragmático y antineoliberal que marcha primero en las encuestas, y el expresidente Carlos Mesa, de la alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC), segundo en los sondeos.
El empresario y exlíder cívico de derecha, Luis Fernando Camacho, de CREEMOS, a quien los sondeos ubican tercero, podría dirimir la disputa entre Arce y Mesa en una eventual segunda vuelta según pronostican las encuestas. Algunos sondeos anticipan un posible triunfo de Arce en primera vuelta con base en proyecciones.
Para ganar en primera vuelta es necesario que el puntero obtenga el 50% más uno de los votos o un mínimo de 40% de los sufragios y al menos una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado.
Analistas han dicho que será la elección más reñida desde que el país regreso a la democracia en 1982. De ser necesario, la segunda vuelta se realizaría el 28 de noviembre.
Arce aglutina a sectores rurales, indígenas y urbano populares; Mesa al voto moderado del centro y Camacho a los sectores conservadores y reaccionarios a Morales afincados sobre todo en la región oriental de Santa Cruz, motor económico del país y contrapeso a la influencia política de La Paz en el occidente.
Morales fue el primer presidente indígena y desde su exilio en Buenos Aires mantiene al país dividido entre seguidores y detractores. También está en juego su liderazgo.
En Argentina viven unos 140.000 votantes bolivianos, cuyo sufragio podría incidir en el resultado final de los comicios.
Bolivia marca el calendario electoral en Sudamérica en medio de la pandemia que ha agitado más el clima político en la región, dijo a la AP Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano con sede en Washington.
En el país la emergencia sanitaria obligó a suspender en dos ocasiones los comicios, lo que tensó más ambiente y obligó a los candidatos a reenfocar sus discursos en la salud. Cerca de 140.000 contagios y 8.407 decesos han sido producto de la pandemia.