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LA PAZ, Jun 1 (AFP) – La ciudad de La Paz, sede del gobierno de Bolivia, amaneció este miércoles en frágil calma luego de los enfrentamientos violentos en la víspera entre manifestantes y policías, que dejó un herido y cerca de una docena de detenidos.
La policía informó este miércoles que son siete los detenidos, sin embargo, dirigentes opositores afirman que son entre 12 a 20 los encarcelados.
La televisión boliviana mostró imágenes de un joven herido en las piernas con siete perdigones durante los enfrentamientos en la plaza San Francisco, lugar de concentración y mítines de los sindicatos.
En tanto, grupos de campesinos, mineros y pobladores de El Alto, foco de las protestas, comienzan a concentrarse en diversos puntos para iniciar en dos o tres horas un nuevo ingreso a la ciudad y reanudar las protestas como lo han hecho en estas últimas dos semanas.
Las calles de La Paz desde la madrugada se vieron pobladas de gente apurada y de vendedores informales tratando ganar tiempo vendiendo algo, pues una vez que los manifestantes vuelvan a tomarse el centro de la capital tendrán que retirarse, ser golpeados o perder las mercaderías.
La población salió el miércoles temprano de sus casas en busca de movilidad para llegar a sus centros de labores antes que las movilizaciones paralicen en tránsito y obliguen a los comercios a cerrar sus puertas.
El martes, tras conocerse la suspensión de la sesión de Congreso por falta de quórum, recrudecieron las protestas violentas por grupos de vigilia que estaban cerca del Congreso. Rompieron cristales de los autos y locales que atendían al público
La policía actuó con dureza cuando unos exaltados voltearon un auto e intentaban quemarlo. Lanzaron bombas lacrimógenas para hacer huir a los manifestantes y lograr detener a algunos.
En otras arterias de la ciudad, estudiantes y mineros quemaron neumáticos provocando temor entre las personas que recién salían de sus trabajos y buscaban movilidad para trasladarse a sus casas.
El pleno de Congreso no pudo tratar el martes por falta de quórum una ley de referéndum sobre autonomías, que demanda la rica región de Santa Cruz y otra norma para instalar una asamblea constituyente, que exigen legisladores y organizaciones sociales de La Paz, en posiciones contrapuestas.
