La Paz.- El ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Eduardo Del Castillo, vinculó a integrantes del grupo que acabó con la vida del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en julio pasado, con un intento de magnicidio contra el mandatario boliviano, Luis Arce, en 2020 cuando ganó las elecciones.
“Existió un intento de desestabilizar el país mediante un plan elaborado para no dejar a nuestro candidato, y actual presidente Luis Arce Catacora, asumir el mando emanado de las urnas y en Bolivia hubo un intento de magnicidio”, aseveró Del Castillo en una rueda de prensa en La Paz.
El ministro ofreció detalles con base en audios y documentos, en los que supuestamente Luis Fernando López, exministro de Defensa del Gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, hizo gestiones con empresas extranjeras “para traer sicarios y paramilitares» estadounidenses y colombianos a Bolivia.
Del Castillo dijo que un boliviano fue el encargado de contactar al “personal” que quería “atentar contra la vida” de Arce mediante la contratación de “trescientos sicarios” y una planificación en la que podían actuar hasta “más de 10.000 hombres».
El ministro boliviano afirmó que el excapitán del Ejército de Colombia Germán Alejandro Rivera García, quien figura entre los 21 responsables del asesinato del presidente haitiano, estuvo en Bolivia entre el 16 y 19 de octubre de 2020 para conjurar el supuesto plan, de acuerdo con la información de las “células de inteligencia partidaria” del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
El funcionario explicó que ante esa información, antes y después de las elecciones generales del 18 de octubre de 2020, la militancia del MAS creó un “cápsula de seguridad” e impidió que Arce se exhibiera en “lugares abiertos».
El ministro también vinculó en el supuesto plan a Emanunel Intriago Valera, “un reconocido opositor venezolano”, que dirige una empresa estadounidense de seguridad, y a Arcángel Pretel Ortiz que, según mencionó, cumplió la labor de reclutar a los sujetos que participaron en el magnicidio en Haití.
Moise fue asesinado el 7 de julio en su vivienda de Puerto Príncipe por un comando armado integrado por 48 personas, entre ellas 18 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, que fueron detenidos en el marco de la investigación del crimen. Del Castillo señaló que con esta planificación el exministro de Defensa López “tenía por objetivo quedarse con el poder (…) contratando sicarios extranjeros” como ya había informado en junio pasado el portal de internet The Intercept, que habló de un “segundo golpe” de Estado.
El presidente Arce se refirió a este tema durante un acto en La Paz y dijo que fue informado “oportunamente”, que incluso hubo “un atentado” en la casa de campaña del MAS y que “la derecha golpista» en aquel momento quería las “cabezas” de los líderes del partido gobernante.
Por su parte, el diputado de la opositora Comunidad Ciudadana (CC) Alejandro Reyes declaró a los medios que presentará una solicitud de informe al ministro Del Castillo para que explique la existencia de una “inteligencia partidaria” dentro del MAS.